Jungkook ahora no estaba pendiente de Nury, sino de su ex-mejor amigo. La ira estaba consumiendo a mi pareja en esos momentos.

—¡Calma, Jungkookie!—Harper pasó el brazo por su hombro—Haz caso a tu mejor amigo, debes controlar tu ira.

—¿Mejor amigo?—murmuró Taehyung mirando desafiante a Harper.

Este sonrió diabólicamente. Se notaba que lo que había ahí era pura testosterona. Suspiré negando y traté de tirar de las muñecas de Nury para que me dejara de sujetar. Gemí sin querer, un gemido de dolor, no de excitación. Me había apretado más.

—Ven conmigo un momento—pidió Nury.

Jungkook volvió la vista a su hermano.

—Suéltala, aprovecha que estoy de buenas, Nury.

—¿Qué cojones os pasa a todos?—grité desesperada—¿Qué pasa? ¿Que porque tenéis pene pensáis con él?—bufé—Nury, suéltame ahora—este soltó el agarre asombrado por mis gritos—Tú deja de mirar amenazante a todos—Jungkook rodó los ojos con una pequeña sonrisa, siempre la hacía cuando le regañaba por su actitud—Tú métete en tus putos asuntos—señalé a Taehyung y después a Harper—Y tú deja de provocar.

Solté todo el aire para relajarme y miré mis muñecas, estaban rojas. Subí la mirada a Nury y señalé mis muñecas,  noté como la figura tras de mí casi saltó sobre Nury tras ver mis rojizas muñecas.

—¿Crees que así se arreglan las cosas?¿Enserio?

—Yo...

—Nury, ve al puto psicólogo y aprende a gestionar tus emociones.

Pasé de largo, tenía que ir a comprar. Escuché a Jungkook decir unas cuantas cosas antes de  pedir a Harper que llevara su bolsa y luego se la diera. Jungkook paró mis pasos justo cuando pisé el suelo de la calle, puso su mano en mi hombro.

—Ey, mírame—murmuró.

Me di la vuelta cabreada. Siempre resolvía los problemas a puños y gritos, ¿No podía hablar civilizadamente? Sin amenazas, simplemente dos personas hablando para ponerse de acuerdo. Además daría igual quién me hubiera agarrado de las muñecas, hubiera saltado a amenazar al otro al instante. Yo sabía defenderme, tal vez no podría llegar y golpear a alguien en la cara, pero tengo una lengua afilada y con eso es suficiente en la mayoría de las situaciones. Estaba harta de que se comportara como un abusón, él no era así. Estaba harta de que siguiera mostrando lo que no era. Jungkook no era alguien agresivo, sólo malhumorado; estaba acostumbrado a que le temieran para que le respetaran y eso no era malditamente necesario.

—No quiero—dije tratando de andar de nuevo.

—Ey...

—Ey nada, Jungkook.

Me di la vuelta encontrándolo sorprendido.

—¿Tienes que solucionar todo así? ¿Una amenaza y si es necesario un puñetazo?

Se quedó en silencio mirando el suelo.

—Sabes mejor que nadie que unas palabras bien escogidas hacen incluso más daño que un puñetazo. Sino recuerda cómo te pusiste por dos chorradas que dijo Taehyung—bufé—No quiero un novio que vaya pegando a cualquiera que le levante la voz. No digo que no golpees en defensa propia, ¿Pero qué ibas a hacer allá dentro?

—Perdóname—murmuró.

—No soy de cristal, soy sensible a palabras de gente que me importa. Esos no iban a hacerme nada, no necesito que me defiendas siempre, lo agradezco muchísimo pero tengo que aprender a hacer cosas sola también.

Giants - JungkookWhere stories live. Discover now