La predicción

El notición

Hermione, al día siguiente de esa cena que fue muy especial para ella, decidió hacer público su embarazo, y también lo de su abandono en el mundo de la moda, dejando a su sucesora Bibiana Malfoy a cargo de todas sus empresas y talleres.

Bibiana cuando se enteró de eso no pudo evitar dar saltos de alegría, toda la familia Malfoy estaba muy agradecida con esa castaña, pues desde que ella entró en sus vidas todo comenzó a dar un gran cambio, para bien por supuesto.

El notición era primera plana en todos los periódicos y revistas, sorprendiendo a miles y miles de personas, que se alegraron por la diseñadora, pero también se entristecieron al saber que la castaña dejaría el mundo de la moda, pues a la mayoría de personas del mundo le encantaban los modelitos que creaba la célebre.

Hermione revisaba que todos los preparativos para su boda estuvieran en perfecto orden, para después enviar un mensaje a la familia Weasley al completo y a los demás amigos como Harry y Luna, todos aceptaron encantados ir a la boda. Muchos diseñadores de prestigio también irían a la boda, pero solamente amigos de la castaña, y por parte de la familia Malfoy irían algunos de los amigos de Draco, familiares y algún que otro socio de Lucius.

Decidieron que Harry llevaría a Hermione al altar, pues ella junto a su hermano habían quedado huérfanos cuando tenían 10 y 11 años, pues su padre había muerto en un accidente de tráfico, y su madre fue tras el, pues cayó en una difícil de superar depresión y finalmente decidió quitarse la vida, pero dejemos los temas tristes a un lado y sigamos con la boda...

Solo quedaban ya tres días, tres días que se hacían eternos para los futuros esposos que esperaban con impaciencia la boda. Mientras Draco organizaba eso de los padrinos de la boda, Hermione estaba con las damas de honor, que serian: Bibiana, Pansy y su antigua amiga Ginny, que cuando recibió la noticia de que seria dama de honor realmente se sorprendió pero aceptó sin dudarlo ni un solo instante. Estaban probándose los vestidos y dándole los últimos retoques.

Después de que los vestidos de las damas de honor quedaran perfectos, Hermione se probó se hermoso vestido de novia. Era el vestido que ella había creado tiempo atrás, pero que con la ayuda de sus amigas y su sucesora lo iba mejorando cada vez más, dándole paso a un vestido envidiable, era hermoso, hecho de pura seda, encaje y diamantes blancos, el velo se lo había dado Narcissa, que fue como si hubiese sido creado para ese vestido pues estaba hecho con los mismos materiales, pero lo que conmovió a Hermione fue que ese velo había pertenecido a la familia de su esposo por generaciones, y agradeció que la tratasen como a una mas de la familia, pues hacia tiempo que no sabia lo que se sentía al ser querida, hasta que llegó su rubio hermoso.

En el otro lado de la mansión Granger, se encontraba un nervioso rubio, que no paraba de dar vueltas, esperando que su padre le trajese su traje de boda. El quería casarse con su castaña, es mas, es lo que mas deseaba, pero no podía evitar temblar de pies a cabeza, Harry estaba con el (hablaban como personas civilizadas desde que le conoció, y se habían vuelto amigos) y intentaba tranquilizarlo.

-Por favor Draco, para ya- le insistía el.

-Es que no puedo, estoy muy nervioso.- decía el mientras daba mas vueltas a la habitación.

-¿Es que no quieres casarte con Herms?- preguntó el algo alterado por si el blondo dañaba a su amiga.

-Al contrario Harry, es lo que mas deseo, pero no se..., esto es muy nuevo para mi, nunca había estado en una situación siquiera parecida- dijo el parándose por fin y sentándose en la cama mientras le miraba con el temor reflejado en los ojos.

-Ya se lo que te pasa- dijo el pelinegro temiendo el verdadero motivo por su nerviosismo.

-¿El que?- pregunto el deseando que no diese justo en el clavo.

-Estas nervioso porque temes que Hermione te diga que no.- dijo el, y efectivamente para disgusto del rubio, había acertado.

-Pues claro que es eso.- dijo el decaído, pues temía que sus peores pesadillas se hicieran realidad.

-No tienes nada de que preocuparte Draco, ella no te dejará, se nota a kilómetros de distancia que te ama con locura, solo hay que verla, esta super feliz con esto de la boda y el embarazo, además si realmente no te amase, no dejaría de lado su carrera para pasar mas tiempo contigo y con su hijo.- dijo el pelinegro, aliviando en sobremanera al rubio.

-Gracias Harry, ahora me encuentro mejor- le dijo el sinceramente.

-De nada Draco, para eso estamos los amigos- respondió el.

Al momento entraba un sonriente Lucius con el traje de su hijo, el también estaba muy feliz con la boda y el embarazo de su nuera.