La predicción

La decisión.

Hermione, tras haber tenido una gran noche de reflexión, finalmente tomó una decisión. Después de tomarla se sintió mucho mas relajada que antes, deseaba que el señor Adkins llegara para decirle la decisión que había tomado.

Ese día aunque no hubiese dormido casi nada, se despertó muy bien, sabiendo que había hecho lo correcto.

Se levantó de la cama y nada mas mirar al lado vio a su prometido dormir plácidamente, dándose cuenta de que si no viese esa imagen todas las mañanas se sentiría completamente vacía, sentiría una gran soledad, un profundo agujero en lo más profundo de su corazón.

Le dio un beso en la mejilla sin saber que el estaba despierto observando cada uno de sus movimientos, y se dirigió a la ducha para darse un reparador baño, había decidido pasar el día con su rubio hermoso, pues llevaba días ocupada y prácticamente no había podido pasar tiempo con él.

Cuando estuvo lista, salió del baño y vio que Draco estaba "despertando", sonrió abiertamente y le dio un gran beso, sorprendiendo a el chico por su actitud tan voluble.

-Buenos días- dijo una alegre Hermione a un sorprendido Draco.

-Buenos días, ¿estas mejor?- preguntó el no muy seguro.

-Si, estoy mucho mejor- dijo ella alegremente.

-Me alegra que estés mejor- le dijo el mas convencido mientras le daba un beso tierno.

-Hoy, tengo que ir al taller, pero esta mismísima tarde estaré aquí contigo- le dijo ella amorosamente a lo que el solo asintió.

-Pues bueno, aquí te espero- le contestó el con simpleza, y después le dio un beso rápido.

-Vale, arreglo unas cosas y enseguida vuelvo.- dijo ella mientras metía sus cosas en el bolso.

-Esta bien.- le respondió el.

-Bueno adiós, te quiero.- le dijo ella abriendo la puerta dispuesta a salir.

-Yo también- dijo el mientras le regalaba una sonrisa adorable que hizo suspirar profundamente a Hermione.

Salió de la casa que compartía con su adorado novio, y se subió al coche con solo un deseo, llegar ya a su taller, esperaba que cuando llegase pudiese comunicarse inmediatamente con el señor Adkins, deseaba liberar ya esa carga tan pesada que sentía en el pecho.

Tras un rato, Hermione al fin había llegado a su taller, encontrándose con Pansy en su camino.

-Pansy por favor, necesito que avises al señor Adkins y le digas que lo espero en mi despacho, coméntale de que es sobre la propuesta - dijo ella con simpleza.

-De acuerdo, en un momento lo llamo- dijo ella dirigiéndose inmediatamente a su escritorio particular en donde hacia la mayor parte de su trabajo.

-Esta bien- respondió ella pasando directamente a su despacho.

Tras hacer varias cosas en su oficina, entró Pansy informándole que el señor Adkins había llegado ya.

-Hazle pasar Pansy- le dijo ella impaciente.

-Si- dijo ella mientras salio de el despacho de su jefa y se dirigía a donde estaba el hombre. - señor Adkins, dice que ya puede pasar por su despacho- le dijo ella amablemente mientras volvía a poner rumbo al despacho para que el la siguiera.

Hermione estaba sentada en su silla mientras miraba por la ventana pensativa, hasta que se dio cuenta de la llegada de la persona que quería ver.

-Bueno señor, supondrá el porque de mi llamado- le dijo ella cortesmente.

-Pues supongo que sera por el puesto que le ofrecí- dijo el hombre.

-Exacto- dijo ella dándole la razón.

-No se ha tomado usted mucho tiempo para recapacitarlo- dijo el algo extrañado.

-Digamos que fue una decisión muy rápida, y realmente no sé como me permití dudar- dijo ella.

-Pues bueno señorita Granger, dígame que ha decidido. 

-Bueno señor Adkins, tras consultarlo con mi almohada y después de tanto pensarlo decido que me quedo. pues aquí me va bastante bien, además dentro de aproximadamente un mes me casaré con el amor de mi vida, y no me marcharé después de haberme enterado que estoy embarazada- dijo ella alegremente - aunque de todas formas, después de mi casamiento y que yo de a luz transmitiré todas mis empresas y talleres a mi cuñada Bibiana Malfoy, pues quiero encargarme de mi hijo o hija y de mi marido, se perfectamente que ella es la cualificada.- dijo ella totalmente decidida. 

-Señorita Granger, realmente pensé que aceptarías, pero por otra parte comprendo su situación y su deseo. yo también se que la señorita Malfoy es la indicada, pues los rumores de su pasarela corren por todas las revistas de moda y las que no son de moda- dijo divertidamente el hombre.

-Señor, me alegra mucho que usted comprenda mi situación, gracias realmente, pero creo que alguien lo necesita mas que yo- le dijo ella amablemente.

-Pues bueno señorita, ya que usted ha tomado su decisión, pienso que ya no tengo mas nada que hacer aquí, creo que ya me marcharé a mi hogar- dijo el hombre mientras se levantaba.

-Me alegro, de que usted me haya visitado, si usted me hubiese hecho esta propuesta tiempo atrás indudablemente yo habría aceptado, pero las cosas han cambiado señor Adkins - dijo ella.

-No importa, lo comprendo- le dijo el comprensivo - y ahora me retiro, tengo una mujer y unos hijos que cuidar en mi hogar, espero verte pronto- dijo el mientras se levantaba de la silla que se encontraba frente a Hermione y se dirigía a la puerta.

-Igualmente, espero que pronto podamos vernos.- dijo ella y después el hombre salió por la puerta, algo decepcionado, pero realmente comprendía a la castaña, pues una vez había pasado por una situación algo parecida.

Y cuando ese hombre salió por la puerta, Hermione suspiró, sintiendo como se le quitaba un gran peso de encima. y supo que había tomado la decisión correcto, pues no desaprovecharía la oportunidad de casarse con el amor de su vida, y aun menos cuando esperaba un hijo de él. Enseguida supo que tenía que contarle a todos, haría alguna especie de cena en su casa donde los invitaría a todos y daría la noticia, solo esperaba que todos se lo tomasen bien pero sobretodo Draco y su hermano.