Capítulo 12: El silencio de un mentiroso

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La última gran noche del evento, no fue tan grande ni prometedora como pintaba. Lucy y Kyoka no se atrevieron a volver a su habitación, por lo que acabaron durmiendo en la cama de Atsushi y Akutagawa. Estos, por su parte, tendieron una manta y una almohada en el suelo y se contentaron con dormir ahí.

A la mañana siguiente los cuatro parecían haber muerto y revivido como cadáveres andantes, con los ojos hinchados y unas oscuras ojeras bajo los mismos. Se arrastraron fuera del hotel, que estaba cerrando sus puertas y se dirigieron hasta donde fuera que estuviese Monokuma.

- Atsushi-kun - oyó Atsushi detrás de él. Se giró con pesadez para mirar a Tanizaki, que se asustó al verle en ese estado - ¿Estáis bien? -

- Sisi, estamos bien. Solo que ha sido una noche...intensa - sonrió Atsushi.

Tanizaki lo miró interrogativo, pero decidió no preguntar. Se acercó un poco más a Atsushi y le susurró en tono confidencial:
- ¿Todo bien con Akutagawa-san? -

- Sí, todo bien - respondió confuso. ¿Por qué preguntaba? - ¿Y tú y Poe-kun? - 

Tanizaki soltó un suspiro:

- Bien, supongo. Poe-kun trajo a Karl, así que básicamente nos pasamos los tres días cuidando del mapache. Ranpo-san nos visitó un día, no parecía muy feliz con su compañero. Por otro lado, hoy en cuanto dieron las ocho y media, Poe salió corriendo con Karl en busca de Ranpo - rió.

Atsushi sonrió. Se podía imaginar la situación perfectamente.

- Si yo te contara Tanizaki-kun...-

- Eh, Jinko – lo llamó Akutagawa.

- ¡Voy! - se giró de nuevo hacia Tanizaki – Me tengo que ir. Nos vemos, Tanizaki-kun -

Tanizaki le despidió con la mano y vio cómo se alejaba con aquellos tres. ¿Qué demonios había pasado para que estuvieran en ese estado?

 ¿Qué demonios había pasado para que estuvieran en ese estado?

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- Hola queridos estudiantes ¿Qué os trae por...? ¡Por Dios! ¿Qué os ha pasado? - se sobresaltó Monokuma al abrir la puerta de su despacho. 

- Eso justo es lo que queremos averiguar - suspiró Akutagawa.

Monokuma se apartó y dejó a los alumnos pasar al interior de su despacho. La habitación era amplia, con varios sillones, un par de mesitas y estanterías decorativas. En el centro se situaba un gran escritorio de trabajo cubierto de hojas y archivos, que al parecer de Atsushi, debían contener información importante. Monokuma apartó de lado y sin cuidado aquellas valiosas hojas de información que Akutagawa y Atsushi miraban con ojos anhelantes llevándose también sus esperanzas de conseguir vislumbrar algo del contenido.

- Bueno, ¿qué es lo que os ha pasado? - interrogó Monokuma invitándoles a sentarse en un amplio sofá en frente del escritorio.

- Nos ha pasad...- empezó a decir Akutagawa antes de ser cortado bruscamente por Lucy.

Danganronpa: The Stray DogsWhere stories live. Discover now