Capítulo 10: Un vínculo invisible

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Akutagawa arrastró a Atsushi hasta la cuarta planta de la academia y se detuvo frente a una puerta. Intentó abrirla, pero estaba cerrada.

- Mierda... - dijo molesto.

Atsushi parecía divertido:

- ¿En serio creíste que el despacho de Monokuma estaría abierto para que entráramos y fisgáramos en los archivos privados de la academia? -

- Cállate Jinko - masculló Akutagawa abochornado - Había que intentarlo, ¿o se te ocurre otro lugar donde buscar pruebas? -

El contrario se apresuró a negar con la cabeza. Tampoco pretendía enfadarlo.

Akutagawa puso los ojos en blanco.

- ¿Hay algo que quieras hacer, Jinko? -

- No, ¿por? - preguntó Atsushi extrañado.

- Porque nos quedan tres largos días por delante -

Atsushi lo pensó un momento hasta que se le ocurrió una idea:

- Todavía no hemos visto las habitaciones del evento -

- Pues vamos - asintió Akutagawa.

Bajaron las escaleras hasta los dormitorios comunes y Atsushi trató de abrir su puerta, pero fue incapaz.

- ¿Tal vez es mi habitación la que cambió? - preguntó Akutagawa.

Sin embargo, su habitación tampoco abría.

- No lo entiendo... ¿Dónde se supone que dormiremos entonces? -

- ¡Por aquí, por aquí! - la extraña voz de Morikuma sonó a sus espaldas.

Ambos se giraron y vieron al oso acompañado de Fukukuma.

- Las habitaciones no se encuentran en la academia, sino en un edificio aparte - explicó el último - A Monokuma se le olvidó comentarlo y nos mandó en su lugar -

Atsushi y Akutagawa se miraron:

- ¿Un edificio aparte? -

- Sip - confirmó Morikuma

Ambos corrieron a la salida dejando atrás a los osos. El jardín era el mismo, salvo porque un enorme edificio que antes no estaba se erguía frente a ellos.

- Impresionante, ¿verdad? - Atsushi se sobresaltó al ver a Monokuma junto a él - Es el gran hotel Royal Park, o mejor dicho, una réplica en miniatura exacta de él -

- ¿Cómo...? -

- Secretos de director – rio el oso – Vuestra habitación es la 644 y está en la octava planta -

Atsushi asintió asombrado.

- Venga, ¿a qué esperáis? - los apremió Monokuma – Sois los únicos que aún no han entrado. ¿Os vais a pasar todo el día mirándolo como bobos o vais a entrar de una vez? -

Atsushi y Akutagawa se ruborizaron de vergüenza y entraron con pasos robóticos en el hotel. A Atsushi se le abrieron los ojos y la boca al mismo tiempo:
- ¡Madre mía! - gritó sorprendido – ¡Es el sitio más lujoso en el que he estado en mi vida! -

- Qué escandaloso eres, Jinko -

- ¿Has estado en sitios así antes? - preguntó entrecerrando los ojos.

Akutagawa tardó un poco en contestar:

- Es obvio, por mi talento – dijo dándole la espalda – El ascensor está ahí, vamos -

Danganronpa: The Stray DogsWhere stories live. Discover now