With you

2. Jeon Jungkook, el pequeño de voz bonita

Un jovencito de nuevo ingreso estaba parado a mitad del pasillo revisando su horario de clases por quinta vez consecutiva. Aún no lograba encontrar el aula en la cual se supone tendría su clase.

— Maldición — dijo, frustrado agitando el papel que tenía entre sus manos.

— ¿Te volviste a perder? — preguntó un chico alto, de piel morena, que iba caminando por allí y observó la pequeña rabieta del chico.

— Hyung... La escuela es muy confusa — se quejo el pequeño frunciendo el ceño mientras le extendia su horario al mayor.

— Oh ya veo, solo sigue por este pasillo, a la derecha sube por las escaleras y la segunda puerta es el salón que buscas — le explicó con una sonsrisa amable, devolviéndole su horario.

— ¡Gracias Namjoon Hyung! — exclamó él pequeño, para después salir corriendo con gran entusiasmo. Mientras el mayor se quedaba mirándolo con una sonrisa en su rostro.

— ¿Tu bebé se volvió a perder?— preguntó Jin sobresaltando a Namjoon.

— Aún no se acostumbra a la escuela, es todo — respondió, mirando a Jin con diversión.

— Y papá Nam llegó al rescate — bromeó Seokjin palmeando el hombro de su amigo, mientras soltaba una estruendosa carcajada.

Namjoon, solo negaba con la cabeza, Jin tenía una risa demasiado ruidosa. — ¿Cómo te fue con los bailarines? — preguntó, cortando abruptamente la risa de su amigo.

— Estuvo bien... Pero realmente les falta mucha afinación — respondió Jin. — No se por qué los obligan a tomar el curso de canto, son realmente malos pero, te aseguro que si los hubiera puesto a bailar me habrían dejado impresionado — añadió, el reconocía los diferentes talentos de las personas y creía firmemente que los bailarines eran personas maravillosas y que su arte era cautivante.

— Supongo que serán dos largos años para ti — se burló Nam, con una sonrisa de labios cerrados.

— No estés tan seguro, hay un chico en particular que llamó mi atención — Jim dijo provocando que su acompañante se girara bruscamente para mirarlo con duda. — Es... Curioso ¿Sabes? Llegó a clase media hora tarde luciendo tan arrogante y termino siendo una cosita tierna — explicó recordando al Jimin sonrojado.

— ¿Solo por eso es especial? — preguntó Namjoon, sin entender cómo eso podía hacer tan especial a alguien.

— Oh Namjoonie, si lo conocieras, terminarías amándolo, lo adoptarías como tú segundo hijo y pasarías el día entero apachurrando sus cachetes — sentenció Jin, sabiendo de antemano que su amigo tenía una particular debilidad por las cosas pequeñas y adorables.

— Dijiste que era arrogante — sugirió Nam, esperando que el otro explicará como podía ser tierno al mismo tiempo.

— Eso pensé, pero... No sé, creo que solo estaba intentando ser rudo — respondió pensativo — Cómo sea, ese chico tiene una voz impresionante, créeme Nam, con un poco de entrenamiento podría dominar notas altísimas — añadió Jin luciendo emocionado.

— ¿Tan altas como las tuyas? — Preguntó el de piel morena. Jin era conocido en la escuela de música por ser uno de los cantantes con el mayor rango vocal, alcanzando notas tan altas que eran casi imposibles para la mayoría.

— Por supuesto que sí y lo haría sin tanto esfuerzo — aseguró sin dudarlo ni un segundo.

— Creo que estás exagerando un poco ¿No? — rebatió Namjoon frunciendo un poco sus labios, mostrando incredulidad.

— Tienes que escucharlo para entender...

— ¡Seokjin hyung! — un grito los interrumpió y unos apresurados pasos se escuchaban acercarse.