Capítulo 25

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"A night we'll never forget"

Veía pasar edificios, calles, personas, ver todo a través de una ventana de auto, algo que ni se dio cuenta cuando ya lo estaba haciendo, y más importante, cuando ya lo estaba disfrutando, no es que ver a conductores peleándose o a peatones siendo arrastrados por sus perros fuera lo que le emocionara, le causaba gracia, su cuerpo estaba ahí, viéndolos, pero su mente estaba en otro lugar, mejor dicho, deseaba estar en otro espacio y tiempo.

En específico, anhelaba adelantar el tiempo hasta las ocho de la noche, hora a la que llegaría al departamento de Conway, en el que tendrían una de sus usuales cenas, pero en ésta planeaba sorprenderlo presentándose como el nuevo miembro de la CIA, y si ese primer paso iba bien, luego le revelaría su identidad, y si ese paso también salía de acuerdo a la ilusión en su cabeza, le propondría tal vez vivir juntos.

Desde que el mayor le preguntó sobre qué haría al acabar el caso, notó que había algún mensaje subliminal que Conway no le decía explícitamente con palabras, así que después de analizar al pelinegro, tanto en cómo se comportaba en sus encuentros, como las conversaciones que tenían, pudo decifrar qué era ese mensaje que el mayor intenaba transmitirle pero que no captaba, y es que quería que se quedase con él. Por eso mismo, y también por su felicidad pidió el traslado, y aquella se convirtió en euforia al ser aceptada su solicitud, una euforia que ocultaba muy bien en su fachada desinteresada al ver árboles por la ventana.

— Te veo contento — escuchó a la voz divertida a su izquierda en el lugar de piloto — ¿Será que algo pasó con cierto vejete gruñón, o sólo es que estás feliz de verme?

A sus ojos estaba su amigo italiano con una sonrisa ladina, ni una sola arruga en su rostro, un semblante relajado como su postura, no había nada en él que denotara algo más que paz, así estaban todos en comisaría desde el día del arresto a Gordon, ya no había tensiones en ninguno y eso le hacía sentir realizado al rubio, como si de verdad todo estuviese yendo bien.

— Hace mucho que no patrullamos juntos, así que tú verás — Claro que estaba contento por esa noche, pero eso no quitaba el hecho de que extrañaba patrullar con su amigo.

— Pero si el que me cambió fuíste tú, me cambiaron por el viejo, qué tan bajo he caído — Le reclamó el italiano, victimizándose de paso como era de costumbre en la dinámica de su binomio.

— Ya, ya, deja de llorar que me gusta más el sonido de tu voz cuando estás en silencio — un poco de putear a su amifo no estaba de más nunca.

— ¿Así nos vamos a llevar? Ya veremos cómo te va cuando encuentres una rata en tu casillero como en las comedias románticas adolescentes — no pudo reprimir la risa ante el ejemplo tan estúpido que había puesto su amigo.

— Eres un tarado — dijo entre risas, volviendo a recargarse sobre la puerta del patrulla para intentar perderse de nuevo en la ventana.

— ¿Y dónde está el viejo? No se toma muchos días libres desde que lo conozco y eso ya es decir mucho — Era cierto, Conway no había ido a trabajar ese día, avisándole únicamente a su segundo al mando, es decir, él mismo.

— Se tomó el día, no me dió detalles, sólo pues... eso, que hoy no le veríamos por aquí.

La cara burlona del italiano no se hizo esperar, no había vez en la que Gustabo mencionara a Conway que Toni no se burlara de él o insinuara cosas, más que molestarlo, le avergonzaba un poco, porque era una de las mejores demostraciones de la buena intuición del italiano, siempre acertaba a todo lo que suponía sobre ellos dos.

— Lo dirás por nosotros que yo estoy seguro que alguien de aquí sí que verá al super esta noche, por eso tan sonriente pilluelo — se burló en su cara como ya lo presentía, es que no entendía cómo era que Toni tuviese nulo talento para leer criminales, pero cuando se trataba de ellos dos y su relación, el italiano adivinaba todo incluso antes de que ellos mismos lo aceptaran o siquiera lo supieran.

Can't Help Falling in Love - IntenaboWhere stories live. Discover now