Capítulo 24

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"Hallelujah I Love Him So"

3 meses después...

Muchos pensarían que sería digno de un autentico psicópata el disfrutar de vivir un caso de retención a la masiva expansión del negocio de las drogas alteradas, pero en el caso de nuestros protagonistas, vaya que estaban gozándolo.

A partir del arresto y la desaparición de Gordon a manos de la CIA todo fue en subida respecto al caso, era probablemente el mejor desempeño que habían tenido en años de servicio, al haberse desecho del comisario todo fue mucho más sencillo, era mucho más fácil atrapar a los trapicheros nocturnos, emboscar los tratos de armas, habían encarcelado ya a peces gordos que movilizaban la droga, incluso podían casi afirmar que, si bien los estupefascientes alterados venían del mismo proveedor, no había relación alguna de la actividad en Europa con la de América, pues el ritmo en el otro continente no había disminuido a diferencia de en el que estaban, es decir, eran distintos encargados en el negocio.

Era tener éxitos un día sí y al siguiente también, ese caso que hace unos meses parecía no tener fin, y ahora veían cada vez más cerca la línea de meta, pues por lo recaudado por sus informantes, no quedaba mucha fuerza y gente en el bando contrario a la ley. Tan sólo había sido deshacerse de Gordon y todo fue a flote, realmente el comisario los tenía jodidos sin darse cuenta.

Pero no era que disfrutaran encerrar gente, incautar drogas, desmantelar pequeñas bandas, eso ya lo habían hecho una infinidad de veces, y hasta con mayor eficacia que en esta ocasión, sólo había una diferencia muy notoria que les cambió el panorama y les hacía disfrutar de cada día ir a trabajar, y es que lo estaban haciendo juntos.

Sí, ya no había ningún idiota extorsionando al rubio pero aún así pasaba más tiempo en la casa del mayor que en la suya, y eso porque debía limpiar de vez en cuando su departamento y porque quería dormir por lo menos dos días de la semana sin pasamontañas, pero si por Conway fuera, él le abría a diario las puertas de su casa.

Si de por sí, era ya un deleite patrullar juntos prácticamente diario, despertarse en los brazos del otro sabiendo que tendrían todo el día para ellos compartiendo lo profesional y lo no profesional, logró que entendieran lo que significaba estar pleno.

Esos tres meses transcurridos fueron perfectos para conocerse más en discretas citas, el ojiazul se encargaba de hacer sus cenas en casa para darle el gusto a Conway de probar su sasón que tantas veces le había dicho que le fascinaba, y luego aprovechaban para acostarse en la sala y ver series, películas o documentales, supuestamente cada cita variaba quién escogía lo que verían pero el mayor prefería siempre que el otro escogiera.

Por su parte, el mayor había cumplido su promesa de llevarlo a comer a distintos establecimientos para que el rubio dejara esa obsesión que tenía con la cafetería frente a comisaría, aún con la limitante del pasamontañas, Conway siempre encontraba la manera para que no fuese un impedimento en sus salidas, ya sea reservando con antelación los restaurantes para que no hubiese nadie más que ellos en el lugar, o también amenazando a los dueños del local, algo bueno tenía ser el nuevo encargado de la ciudad...

Porque estaba desarrollando su cargo de superintendente en Londres, claro, por tiempo limitado hasta que cerraran el caso y alguien nuevo pudiese adoptar el puesto sin sospechas de infiltración o algo parecido, así que le concedieron el control a Conway para que la ciudad no se pusiera de cabeza ante la falta de un comisario.

Conway nunca ha relacionado la palabra perfección con su vida, ni cuando estuvo casado con Julia, de hecho en varias ocasiones ha reflexionado sobre su desdén hacia esa palabra tan poco realista, porque lo es, pero había algo en estos últimos meses que le hacía pensar que su vida se encaminaba a aquella noción, aunque había algo que le impedía confirmar que su vida estaba como debía estar, un pequeño detalle, una insignificancia que para alguien como él, de la vieja escuela sí significaba bastante...

Can't Help Falling in Love - IntenaboWhere stories live. Discover now