🍅🌻 → [𝑺𝒂𝒔𝒖𝑯𝒊𝒏𝒂 𝑴𝒐𝒏𝒕𝒉 2022]

➸ ... 𝑽𝒊𝒏̃𝒆𝒕𝒂「 🍅☀ ... 𝑫𝒊́𝒂 4 」

↷𝑫𝒊́𝒂 𝑰𝑽
「 𝐃𝐨𝐫: el vacío y la agonía que se experimenta al extrañar a alguien o algo 」

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[ 𝑐𝑎𝑛𝑜𝑛𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒; 𝒕𝒉𝑒 𝒍𝑎𝑠𝑡/𝒃𝑙𝑎𝑛𝑘 𝒑𝑒𝑟𝑖𝑜𝑑 -𝑐𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑑𝑒𝑙 𝑡𝑒𝑚𝑎 𝑎𝑛𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑟 ]

Hinata Uchiha no es una mujer que se enoja con facilidad; tampoco perdía la paciencia rápidamente. Intuía que todo el asunto del embarazo era lo que en realidad provocaba que últimamente sus hormonas estuvieran tan alborotadas e insoportables; que su humor fuera el peor día con día, y que el más mínimo error cometido o suceso sin importancia avivase una ínfima irritación que no soportaba ni ella misma.

Todavía siente un poco de vergüenza con Naruto por aquella vez que coincidieron en el mercado central. Él, distraído como era, se había puesto a escoger frutas y verduras del pequeño puesto donde ella estaba esperando su turno para ser atendida. La exasperante vagancia con la que él se movía; la indignante torpeza al caérsele al piso dos hermosos tomates en perfecto estado; y que, para colmo, tuviera problemas en sacar el dinero de su monedero, solamente logró que algo (por fin) explotara dentro de ella.

Encontrarse con él, tiempo después, seguía siendo un tanto incómodo. No se le iba de la mente aquella mirada ceñuda que le dedicó, seguida de un frío 'Naruto-kun, ¿podrías apresurarte?'. No podía culparle de continuar poniéndose nervioso a su alrededor, temeroso de hacer alguna cosa indebida que la hiciera enfadar de nuevo.

«¡Lo siento tanto, Naruto-kun!»

Ino se había burlado cruelmente de ella cuando prácticamente la obligó a contarle qué era aquello que estaba molestándola; luego había alegado como si fuera una verdad absoluta que pasar tanto tiempo conviviendo con Sasuke estaba haciendo estragos en sus actitudes y ahora no podría evitar reaccionar igual que él. Incluso Sakura tuvo que secundar la opinión de Ino al momento de hacer unas cuantas observaciones (demasiado) obvias, agregando además que a lo mejor empeorarían en los meses venideros junto con los síntomas de la gestación.

Para Hinata, el adoptar ciertos comportamientos característicos de su esposo era la menor de sus preocupaciones. Más allá de sufrir con más frecuencia los vómitos y dolores que ocasionaba el pequeño ser que crecía sanamente en su interior, la verdadera razón del por qué estaba tan irritable era porque extrañaba a su marido. Mucho.

Dos semanas y contando es el tiempo que ha suscitado desde la partida de Sasuke. Cada noche que se va a dormir y se da cuenta del enorme espacio que resta en el lado derecho de la cama matrimonial, una enorme agonía se acumula en todo su pecho hasta que acaba dormida en medio de silenciosas lágrimas; cada mañana que despierta y nota con desconsuelo la soledad a la que debe enfrentarse un día más, la añoranza por tener a su esposo de regreso se vuelve tan asfixiante, que debe obligarse a salir de la cama cuanto antes.

A veces se reprendía mentalmente por ser tan egoísta y no comprender la martirizante deuda que Sasuke todavía tenía con la aldea. A pesar de que ya habían pasado un par de años desde el juicio oficial que enfrentó con el apoyo a favor de Naruto y el Sexto Hokage, la gente seguía sin confiar plenamente en él; Sasuke Uchiha continuaba siendo considerado un paria que debía cumplir ciertas misiones para permanecer en libertad condicional.

Pero otra parte de ella, la que por desgracia estaba ganando terreno rápidamente en su cabeza, reprochaba su docilidad y conformismo. Sakura era empática con su situación y comprendía perfectamente por qué Sasuke pasaba tanto tiempo fuera de Konoha; sin embargo, también apreciaba mucho la opinión de Ino respecto a las evasivas y el abandono de él.

Quería tener un solo juicio en el que creer; pero, al final, ambas tenían razón en una cosa: durante esos meses las manifestaciones de su estado serían más intensos y agobiantes como para soportar en solitario.

Es su primer embarazo y no sabe cómo actuar ante el hecho de que el padre de su hijo (o hija) está en constantes ausencias que se vuelven más frecuentes y tienen una incierta duración. Hinata sabe que Sasuke no soporta la idea de establecerse en la misma aldea que lo repudia hoy en día; mas, ella tampoco se ve viviendo en otro lugar que no fuera Konoha, simplemente porque tiene miedo de distanciarse de sus seres queridos.

Por el momento no quiere pensar más en ello, aunque presiente que luego la frustración y el mal humor serán inevitables; que, poco después, estará llorando en el lado de la cama donde su esposo duerme por la ingratitud de no poder apoyarle debidamente.