¿Cómo puede un vampiro enamorar a un humano que no cree en el amor en tan solo veinticinco días?
Los vampiros son monstruos, y la única manera de conservar su humanidad y no convertirse en bestias sanguinarias, es a través del amor.
Viktor Zalatoris...
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Dorian se autodefinía como alguien frágil.
No se refería a su fuerza física, sino a barreras emocionales más profundas. Aunque algunas, como la ira y la frustración, permanecían sólidas, otras se desmoronaban con facilidad ante pequeñas provocaciones o incomodidades. Morgan e incluso Tara actuaban como disparadores, siendo excusas que su subconsciente utilizaba para recordarle lo que reprimía: la desconfianza y la aversión a ser vulnerable en lo más mínimo.
Conoció a Tara primero, hace casi dos años para ser exactos. Ella entró en su vida a través de la banda, pero se quedó por llegar en el momento justo, cuando él estaba más temeroso que nunca. Tara comprendía su situación; eran tan parecidos que se comunicaban sin necesidad de palabras. Fue ella quien le sugirió mudarse de la casa de su padre para establecer distancia antes de que su relación se rompiera por completo. Vivieron juntos y eran inseparables, hasta que apareció Morgan.
Morgan fue un factor inesperado. Tara lo llevó a las carreras ilegales, donde lo vio por primera vez. Dorian quedó impresionado por él, admirando sus habilidades y su confianza. No tardó en unirse a las competiciones también, deseando captar la atención de Morgan, lo cual logró. Hubo una atracción mutua y, como pretexto, Morgan le ofreció enseñarle trucos de conducción en lecciones privadas que culminaron en una noche de malas decisiones. En ese momento, ambos juraron que eran el uno para el otro, aunque, en realidad, fue una completa locura.
Salieron durante más tiempo del que le gustaba admitir, y durante esos meses, Morgan conoció a sus amigos, incluida Tara. La relación de Dorian con Morgan era muy tumultuosa, con momentos increíbles que casi lo llevaban a declarar su amor por él, pero también con momentos terribles que lo dejaban llorando toda la noche hasta quedarse dormido. En varias ocasiones, Elay le advirtió que no era una relación sana, señalando a Morgan como egocéntrico y mentiroso. Dorian recibió la confirmación de estas advertencias cuando descubrió que Morgan lo engañaba con nada más y nada menos que Tara, su supuesta mejor amiga.
Aún recordaba con lujo de detalle cuando regresó a su viejo apartamento más temprano que de costumbre y encontró a Morgan y Tara desnudos en la cama de esta última. En ese momento, Dorian solo pronunció dos palabras que marcaron el fin:
«Se acabó».
Morgan intentó seguirlo y justificarse, pero Dorian se negó a escuchar y se marchó. En los días siguientes, Dorian intentó buscar una explicación de Tara, pero ella, con cinismo, replicó:
«Lo amo y ya no quiero controlarme».
La amistad terminó de fracturarse en el momento en que esas palabras abandonaron su boca. Dorian expulsó a Tara de la banda y estableció una completa distancia entre ambos. Tara nunca se disculpó ni intentó reconciliarse. La amistad estaba muerta y enterrada a diez metros bajo tierra. Dorian nunca comprendió qué la llevó a cambiar tan drásticamente de la noche a la mañana. ¿Desde cuándo había sido así? ¿Acaso solo estaba fingiendo para lastimarlo cuando llegara el momento? Todavía no obtenía una respuesta clara.
