En el primer aniversario de SeongHwa y HongJoong, una inesperada noticia hace que sus vidas junto a la de las personas que les rodean cambien y se vean metidos en un embrollo ligado a un asesinato.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Asustado.
Sin una salida, sin un camino, sin un solo rayo de luz.
Miraba a su alrededor, pero todo lo que veía era oscuridad, un intenso color negro nublando su vista. Podía sentir el aire infiltrarse por sus pulmones de manera errática, pero soltarlo le costaba.
El sonido del agua moverse a lo lejos, lo tentaba a caminar, avanzar sin rumbo fijo aún con el malestar en su pecho.
Corrió.
Avanzó dando grandes sacadas, sin importarle donde pisara. Sin importarle cuan cansado podía terminar o que sus pulmones no soportaran más la presión, quería salir de ahí lo antes posible.
Con cada paso que daba, sentía que sus pies se hundían, la humedad rodeo sus tobillos y el frío atravesó su piel.
Se detuvo.
A la deriva, sin saber dónde estaba. El agua goteando y cayendo provocaba un sonido cada vez más fuerte, sin embargo aún no podía ver nada.
Dio un paso más y su cuerpo fue jalado con fuerza al fondo negro, sentía algo tomarlo desde el torso con fuerza, pero al tratar de zafarse no podía lograr nada. Sus pulmones retuvieron el aire estancado en ellos y cerró los ojos con desesperación.
Su camisa se pegó a su cuerpo, podía sentir su cabello moverse mientras su cuerpo era arrastrado al fondo. Cada vez sentía más intenso el mareo junto a la picazón en su garganta.
Un susurro. Pasando suave junto a él, como si tocará su tobillo con delicadeza.
Abrió los ojos, y todo lo que vio, fue el intenso azul del mar.
Peces pequeños pasaban a su lado, el flotaba junto a ellos en armonía.
Ese fuerte agarre que sentía en su torso desapareció, su cuerpo ya no estaba tan sofocado y pudo moverse con más facilidad.
Aun así, tenía la necesidad de conseguir oxígeno para llenar sus pulmones. Se impulsó a nadar hacia arriba, tratando de llegar a la superficie.
Vio blancas y esponjosas nubes cerca y cando creyó que podía tocarlas con la punta de sus dedos, sus yemas chocaron con algo transparente.
El agua volvió a moverse, miro hacia abajo, a los lados; ya no había ni un solo pez. Todo lo que vio, fueron más paredes transparentes acercarse peligrosamente a él.
Desesperado golpeó el vidrio frente a él, con sus puños cerrados y aplicado toda su fuerza. Pero era inútil, sentía el cuerpo débil por la falta de aire y los párpados pesados.
Rendido, entreabrió los labios para expulsar el poco aire que aún retenía y sus ojos lograron ver las burbujas pasar frente a él, antes de cerrarlos dejándose perder la consciencia.
Sólo respira. Escucho por última vez y sus ojos se abrieron de par en par cuando sintió la misma fuerza que lo llevó al fondo, jalándolo a la superficie.
