En el primer aniversario de SeongHwa y HongJoong, una inesperada noticia hace que sus vidas junto a la de las personas que les rodean cambien y se vean metidos en un embrollo ligado a un asesinato.
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Después de que YeoSang se estabilizara, una muy apenada Yeji se subió al auto del de mullet para ir de regreso al trabajo, así quedará a dos cuadras.
YeoSang iba manejando, de copiloto iba JongHo; atrás iba San del lado de su hermano y Yeji del otro.
— Entonces sólo van a dar vueltas por aquí durante dos horas para que nos vayamos los tres a casa ¿Cierto? — recapitulo todo el plan que les relató el de mullet mientras conducía las dos calles. Aún quedaban 5 minutos para que su turno volviera a iniciar y se quedaron dentro del auto.
— En resumen, sí — Le dijo Yeo, de momentos al conectar miradas con la chica, se seguía sintiendo apenado.
— Vale — Les dijo y miro a su compañera — ¿Por qué no van a buscar a Woonie? — Se asomó entre los asientos.
— Estábamos con él, pero se empezó a sentir mal y lo obligamos a quedarse con su abuela a descansar — Hizo una mueca y miro el volante entre sus manos.
A veces, la situación de WooYoung los preocupaba, pues sus recaídas podían ser suaves y mandarlo a reposar dos días era suficiente para hacerlo levantarse otra vez o al contrario, llegaba a ser internado hasta por una semana en el hospital.
— Estará bien esa pulga — Dijo JongHo al ver las muecas de tristeza en los dos contrario y miro hacia la ventana — Se les hará tarde — Carraspeo y se acomodó en el asiento.
— Cierto, nos vemos al rato — Sonrió con ternura. Su hermano podía no demostrarlo, pero también se preocupaba cuando Woo tenía recaídas.
Yeji se despidió y también bajo del auto — Uff, no puedo creer que me subí al carro de un Kang — Se tocó el corazón y entraron por la puerta del personal a un lado del local — Por cierto, no me dijiste que tu hermano y el eran pareja, malvado — Entrecerró los ojos abriendo su casillero para sacar el delantal y su etiqueta de trabajo.
— Qué mi hermano y el que — Hablo tan rápido que ni siquiera le dio gran énfasis de ser pregunta lo que dijo.
— ¿O no? Digo, cuando le dije a YeoSang que era más guapo en persona y toque su mejilla con mi dedo — Amarró el delantal en su cintura — Estoy segura que sólo porque soy mujer, no me dio una patada que me sacará volando de la tierra hasta chocar contra la luna y de regreso — Abrocho su nombre a la camisa y cerró el casillero con candado otra vez.
— Lo de siempre — Dijo más relajado, sacando un cepillo de dientes de su mochila.
— Claro, si, lo de siempre — Cerró su puño y extendió su dedo pulgar y asintió con la otra mano recargada en su cadera mientras sentía repetidas veces.
— Es que a veces son así — Se alzó de hombros — Parece que se gustan y es demasiado obvio, pero ninguno se confiesa — Camino hasta el baño que había en la pequeña sala y se lavó los dientes. Acción que fue repetida por la menor en el cubículo de alado.
