De entre las cobijas, una mano se asomó y tanteo a ciegas la mesita de noche, donde el teléfono sonaba dando aviso de que era momento de levantarse.
Pero el flojo cuerpo dueño del teléfono, no estaba dispuesto a levantarse, así que su mejor idea fue apagar la alarma.
— No vueltas a dormir — Asomando su cabeza, la otra persona de cabellos largos bostezo tratando de quitar el sueño y abriendo sus ojos con pesadez.
Haciendo un sonido de negativa, tomó el borde las cobijas y volvió a cubrir hasta la cabeza ambos cuerpos.
Con las dos manos estiradas, el mayor de destapó, descubriendo así al más dormido — Tenemos que ir a la Facultad — Se sentó en su lugar, buscando su pijama.
— ¿Dónde dice? No veo donde dice — Se hizo bolita por el frío que invadió su cuerpo, cubriendo su pecho desnudo con sus manos tibias.
— Lo dice la regla del ochenta porciento de asistencia — Se levantó - pues su pijama podría estar del otro lado de la cama - importándole poco su desnudez y se acercó a su cajón donde guardaba la ropa interior.
— Ichinti pirciinti di isistincii, ninini — Se movió hasta envolverse otra vez en las cobijas, dejando afuera solo su cabeza.
— Cuando haces eso, pareces un niño pequeño — Tomó la ropa interior del mismo cajón identificando cual sería de Hong y lanzo un bóxer rojo a la cama.
— ¡Hwa! Quiero dormir — Abrió su ojo derecho y vio la ropa interior frente a él echa bolita, saco una mano y la tomó para llevarla bajo las cobijas y colocarse el boxear sin mucho interés, cerrando sus ojos otra vez — Es tu culpa, no me dejaste dormir hasta la dos ¿Cómo voy a despertar bien a las siete? — Miro al mayor que ahora estaba parado frente a él y empezó a jalar las cobijas.
— Era parte de la reconciliación — Siguió jalando.
— También es parte de la reconciliación dormir y no ir a estudiar — Ambos jalaban las cobijas entre las manos: uno quería sacar de la cama al otro y el menor quería tirar al mayor sobre la misma.
Viendo el cuerpo del menor, se distrajo — Te pusiste los bóxer al revés — Se rio y dejo de aplicar tanta fuerza. En ese momento, HongJoong aprovechó para tirar del mayor a la cama sobre él y rodeó su torso desnudo con sus delgadas piernas.
Apenas y logró poner sus manos en los lados del cuerpo contrario y puso fuerza en los brazos para no aplastar a su pareja.
— Ponlos bien tú — Le susurro coqueto pasando sus manos juguetonas sobre su marcado abdomen. No puso objeción, cuando el mayor se tiró a un lado y jalo su cuerpo para ponerlo sobre el suyo, quedando sentados muy cerca del borde de la cama.
Colocó sus manos en la delgada cintura contraria y se acercó a su cuello, dejando un beso húmedo en ese lugar — Ya no tienes tanto sueño ¿Verdad? — Susurro bajando sus manos a las caderas del peliazul, dejando un apretón en ellas y pegando más sus cuerpos.
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A red tattoo ↬ ATEEZ
Mystery / ThrillerEn el primer aniversario de SeongHwa y HongJoong, una inesperada noticia hace que sus vidas junto a la de las personas que les rodean cambien y se vean metidos en un embrollo ligado a un asesinato.