Nos sentamos en el sofá, miré los mensajes de mis amigos de Canadá. Jungkook se dejó caer sobre mis muslos, no pude resistir la tentación de jugar con su cabellera enredando mis dedos. En Canadá todo estaba en orden. Me preguntaban qué tal mi novio y las clases, no dudé en mandar una foto de Jungkook sirviendo el agua a los dos. Loren seguía fangirleando con Jungkook.

-Pronto es Navidad -dije mirando un mensaje de mi padre archivado.

"No sé qué te ocurre, pero te daré el espacio que necesites; espero verte en Navidad"

Llevaba con el mensaje sin leer desde que me llamó por última vez. Semanas esperando a saber algo de mí.

-¿Tienes pensado hacer algo?

No respondí, estaba concentrada en mi teléfono, en ese mensaje de mi padre. Sabía que aceptar aquello era reunirme con su actual mujer, sería incómodo. Sobretodo ahora que andaba sensible

-¿Avery?

Bajé de las nubes y sonreí ligeramente.

-¿Tú?

-Te recuerdo que Nury y yo no nos llevamos bien. Ahora dime qué te ocurre.

Dejé el teléfono en la mesa junto a un respiro. Él leyó el mensaje y esperó atentamente a que le explicara qué tenía de malo. Le conté por encima que no estaba conforme con mi familia actualmente y no tardó ni dos segundos en sugerir que él iría conmigo. Me quedé petrificada, mi padre ni siquiera sabía que tenía pareja y resulta que la iba a llevar a la cena de Navidad.

-De hecho, sugiere que vengan. Ellos dormirán aquí y tú en mi apartamento. Tráelos a tu terreno.

-¿En el tuyo?

Me quedé sin habla. Nunca había pisado su misterioso apartamento.

-Tienes curiosidad, a que sí.

Una sonrisa torcida se dibujó en su rostro.

-No entiendo por qué nunca entré-murmuré cruzándome de brazos.

-Porque llevarte a mi terreno significa que de ahí no saldrías en un buen tiempo, y si lo lograras saldrías agotada y sin conciliar el sueño.

Me gustaba ese pequeño tono pervertido...

-¿Eso qué significa?-murmuré casi sobre sus labios.

-Que te daría como cajón que no cierra durante días.

-La idea no me disgusta-murmuré antes de dejar un casto beso sobre sus labios.

Me parecía una idea perfecta para Navidad...

Jungkook llevaba unos días ocupado, estaba estudiando, yendo al gimnasio y solucionando lo del coche del concesionario. Sólo lo veía en el desayuno. Tenía unas ojeras fascinantes, no necesitaba el maquillaje negro que a veces se ponía en sus bellos ojos. También estaba de mal humor continuo, Harper casi fue asesinado tras una broma y Liv también estuvo a punto de tener un tenedor clavado en su mano por destacar la mala suerte que tenía por tener un novio tan malhumorado. En clase también lo vi, dormir y escribir los exámenes. Debía estar estresado.

Mientras él no estaba me hice más cercana al grupo nuevo, eran todos muy agradables y no paraban de proponer ir a hacer cosas distintas. Ya había visitado un karaoke y unas termas que me suplico Liv para ir. La chica era poco habladora, pero me gustó ir con ella. Pablo estaba fascinado por todas las historias que le iba contando de cada día, realmente estaba empezando a sentirme integrada en ese grupo.

-Traidora, ¿Te apartas?

Noah, estaba de brazos cruzados. Agarré una bandeja ignorando su presencia. Jungkook me recomendó borrar su figura de mi vista y hacer oídos sordos.

Giants - JungkookWhere stories live. Discover now