Capítulo 13: "Vulnerable"

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Sus ojos esquivaron los míos al percatarse de mi presencia. Estaba sentado en una mesa, rodeado por un grupo de chicas populares bastante interesadas en su versión de la historia de lo que había pasado entre él y Jungkook. Su nariz había sanado bastante, lo suficiente como para que sólo una bandita color piel resaltara en su tez bronceada. No podía dejar de pensar que incluso con esa bandita se veía muy varonil.

Su madre tuvo mucho que ver en su distanciamiento, extendiendo su influencia hacia él. Quién sabe con qué lo extorsionaba para que se resistiera a estar conmigo, a aceptar que nos estaban pasando las mismas cosas y que entre nosotros había algo especial, floreciendo tras cada encuentro.

Si ella lo tenía agarrado, no había nada que yo pudiera hacer al respecto.

Lo peor era que Jungkook también me estaba aplicando la "ley del hielo", al pasar de mí para compartir su tiempo con sus compañeros. Habíamos dejado de frecuentarnos mutuamente, pasando de vernos todo el rato dentro y fuera del instituto a seguir cada uno por su camino.

Por supuesto que nos era inevitable observarnos por unos minutos, con intensidad y ganas de transmitirnos tanto sin palabras. Pero se quedaba en eso, en ganas. Él aún estaba resentido y dolido conmigo. Podía notar la tristeza y la decepción en sus ojos. Me mataba por dentro.

Así es que mis ratos fuera del aula se los dedicaba a Yoongi, que no tenía reparos en reconfortarme y aguantarme, como el buen amigo y oyente que era.

No estaba seguro de cuánto tiempo más aguantaría que me ignoraran. Unas semanas más y enloquecería.

Había pasado de tenerlos a ambos, a no tener a ninguno. Me molestaba, sí, aunque entendía que no quisieran dirigirme la palabra. Yo había sido el causante de todo ese revuelo y me lo merecía de alguna forma. Aun así, el que fueran tan indiferentes me carcomía por dentro. Era como si continuaran con sus vidas sin que les interesase cómo me sentía al respecto.

Aun cuando tuvieran el derecho, ninguno quiso escuchar mi versión. Me golpeó ser doblemente rechazado por las personas que más cuidaba con recelo y a las que más cariño les tenía.

Sólo me quedó esperar, con mi corazón empezando a sentirse solo.

***

Los lunes eran los días en que me tocaba oficiar de monitor. Me liberaban de la clase de geografía en la que me iba bien a cambio de patrullar los pasillos y asegurarme de que nadie se estuviera salteando sus clases. Era una tarea bastante sencilla y que había aprendido a apreciar.

No estaba con los pies en la tierra, sino que andaba disperso. Caminar me ayudaba a relajarme, a hacer otra cosa que no implicara pensar en Jungkook y Taehyung junto a los exámenes de mitad de curso que estaban a la vuelta de la esquina. Eso me tenía agobiado.

Di algunas vueltas alrededor del área del gimnasio cerrado, chequeando el perímetro. Lo único que se escuchaba desde dentro era el repiqueteo constante de las pelotas que usaba el equipo de básquet del instituto y algunas indicaciones del entrenador.

Me quedé algunos minutos observando el partido de prácticas, interesado en ver cómo iban, hasta que la alarma en mi reloj de mano emitió un leve pitido, indicándome que era tiempo de regresar a clase.

Y yo, en vez de volver al aula, dejé que mis pies me arrastraran a un lugar en específico, alejado de esa zona.

Muy pronto, noté las enormes gradas de la cancha de fútbol americano borrando el calor del sol sobre mi rostro, y mi ansiedad se disparó.

Sin espacio a la duda, encontraría a Taehyung escondido allí, en alguna parte, fumando un cigarrillo. Siempre rondaba ese lugar. Eso hizo que mis deseos por verle incrementaran. Me prometí asegurarme de que estuviera bien y me iría, porque ese era su espacio, así que no quería invadirlo.

Before the baby ║ Kookmin/VminOnde histórias criam vida. Descubra agora