Bajo la jaula 05

63 15 0
                                    

"Esta puede ser la última conversación que tenga contigo".

---------

Herstal estuvo en confinamiento durante siete días completos.

Obviamente, este era el castigo más severo que la prisión podía imponer dado que él y Jenny Griffin tenían un acuerdo de largo plazo. Si le daban más tiempo que eso Griffin iba a estar furiosa, ella no eligió voluntarios para que pasaran el resto de sus vidas en confinamiento.

Fue liberado en la mañana del octavo día, y una vez fuera fue llevado por los guardias a la enfermería, donde Duden Kroes observó cómo tomaba la medicación con una concentración sin precedentes. Después de tomar el medicamento, le hizo muchas preguntas con gran detalle, le extrajo sangre e hizo un montón de pruebas, todas las cuales se registraron en su pequeña libreta.

Antes de que se llevaran a Herstal, Duden Kroes se quedó pensando durante algún tiempo y, de repente, le preguntó con seriedad: "¿Todavía tienes impulsos sexuales?".

... Herstal realmente quería ignorarlo.

Pero, al final, respondió con rostro severo: "No".

Sin embargo el asunto no había terminado ahí. Los guardias de la prisión lo enviaron de inmediato a su celda, sin que nadie considerara que se había perdido el desayuno después de dar tantas vueltas. Todavía no era la hora de las actividades de la mañana, y cuando Herstal volvió a su celda con el estómago vacío, Fester estaba tumbado en su cama mirando la litera de arriba.

Cuando vio regresar a Herstal, se levantó sin esperar a que los guardias cerraran la puerta tras de sí y preguntó alborotado: "¿Ya no tienes impulsos sexuales?".

Herstal miró fijamente a Fester.

"En los días que estuviste confinado en el Lado Este, de repente se difundió el rumor de que aceptaste probar un medicamento para un proyecto de ensayos clínicos de la Universidad Estatal de Westland, una que contiene ingredientes que se le suele dar a las personas para la castración química". Al menos, Fester se lo explicó, observándolo con una mirada de auténtica curiosidad: "¿Cómo te sientes después de tomar ese medicamento? Ya no tienes erecciones matutinas, ¿verdad?"

Después de haber sido cambiado a una celda doble, Herstal había aprendido por las malas que Fester carecía, efectivamente, de tacto, pero no había esperado que el hombre careciera de él hasta ese punto. Herstal lo miró con una media sonrisa y resopló: "¿Es realmente bueno provocarme así cuando sospechas que soy el pianista de Westland?".

"El pianista de Westland no asesinaría a personas inocentes indiscriminadamente. Solo moví unos cuantos hilos cuando algunas chicas se enamoraron de mí. ¡No lastimé a nadie!". Dijo Fester, sonando malditamente justo, "Aunque le quitaste a Jack the Saw un ojo sólo porque te humilló ciertamente no me matarías por un asunto tan trivial, ¿verdad?

Herstal no se molestó en prestarle atención en absoluto. Lo que necesitaba ahora era pensar en asuntos más importantes: Griffin prometió que este proyecto experimental sería completamente confidencial, entonces, ¿por qué se filtró información al respecto?

"¿Estos rumores mencionan quiénes son los otros voluntarios para los ensayos clínicos?" preguntó Herstal a Fester.

"No", respondió Fester con interés, "¿hay otros voluntarios?".

Herstal era demasiado perezoso para señalar al otro hombre que un experimento con fármacos no podía tener un solo voluntario, además ahora la situación estaba muy clara para él... Es imposible que los prisioneros conozcan esta información de la nada, y no había necesidad de que Griffin y los demás lo difundieran por la prisión, sin mencionar que se trataría de un incumplimiento del contrato. No había muchas personas que supieran al respecto. Aparte de la gente del laboratorio sólo estaba el director de la prisión.

Vino y armasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora