El interludio del pianista: el asesino en serie Bob Langdon

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La muerte de Albariño bien pudo haber sido una carta de amor al jardinero dominical.

Descripción del artículo: Un artículo en línea escrito después de varios años cuando todo termino, con mucha información, pero no necesariamente la verdad.

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Citado de: westlandcriminalsecrets.com

Publicado: 2019-07-18

Bob Langdon podría haber sido el asesino en serie que puso en vilo a la ciudad de Westland si no hubiera nacido en el momento equivocado. Fue procesado en abril de 2016 por herir violentamente a su ex mujer, y durante los seis meses que estuvo en libertad bajo fianza torturó y mató a cuatro mujeres que se parecían en apariencia y vestimenta a su ex esposa, hasta que el mismo pianista de Westland puso fin a su frenética y efímera carrera de asesino.

Hoy en día, podemos imaginar fácilmente la distinción que debió tener Bob Langdon como asesino en serie: los artículos de prensa, las acaloradas discusiones en Internet, las sombras cada vez más profundas en la frente de los agentes de la policía de Westland y los ojos temerosos de los caminantes apresurados en la noche.

Deberíamos haberle puesto algún nombre extravagante, como lo hicimos con "El pianista de Westland" y "El jardinero dominical", dos asesinos en serie que ya no están en nuestro radar, pero que nadie puede olvidar la horrible carnicería que provocaron.

Sin embargo ni siquiera la WLPD se fijó en Bob Langdon cuando empezó su cacería: pues en los dos primeros crímenes, Langdon se llevó todo lo de valor de las víctimas -después de pagar el diez por ciento de la fianza a su fiador, estaba realmente arruinado- y los cuerpos de las dos mujeres con múltiples heridas de arma blanca fueron clasificados por la WLPD como producto de robo y homicidio tras el hecho.

Entre abril y junio de 2016, dos de los asesinos en serie más famosos de Westland cometieron un crimen cada uno, incluyendo uno de los casos más famosos del Jardinero Dominical: el caso de la "Barca nupcial". El asesino en serie que cometió crímenes en Westland durante una década y mató al menos a 40 personas, decoraba a sus víctimas de una manera extravagante y llamativa, que incluyó un barco de flores que iba río abajo transportando un impecable esqueleto.

Como era de esperar, el caso causó conmoción y mantuvo ocupada a la policía de homicidios de Westland; pero antes de que estos viejos casos pudieran resolverse, se produjo el espantoso doble asesinato de los hermanos Norman: en donde la WLPD descubrió que el pianista de Westland y el Jardinero dominical en realidad solo estaban respondiendo de una forma extraña el asesinato del otro. Esto se expresó en un frenesí mediático de unos meses, y los dos primeros asesinatos de Bob Langdon fueron naturalmente ignorados una y otra vez, prolongándose hasta principios de octubre.

Fue un 8 de octubre de 2016, en un sábado lúgubre, cuando una mujer llamada Sarah Adelman fue encontrada muerta en un estrecho callejón, apuñalada cuarenta y un veces en el pecho. Cuando la encontraron, tenía un cuchillo -el arma homicida que la mató- alojado en el pecho, de esta se extrajo una clara huella dactilar en el mango de la misma perteneciente a Albariño Bacchus (1982-2017), jefe de la oficina forense del Departamento de Medicina Forense de la ciudad de Westland.

La historia del Dr. Bacchus debe resultarle de una manera u otra familiar a los lectores, ya que en el artículo anterior de nombre "Saboteadores y sacrificios: el Ganímedes [3] del pianista" ya dedique mucha tinta para describir a este talentoso pero fallecido médico forense...

Era un hombre de buen carácter y de gran distinción, lo que le permitió llegar a ser médico forense en jefe a una edad muy temprana. Este venerable médico estuvo involucrado profesionalmente en varios casos criminales importantes de la WLPD, incluyendo, por supuesto, el caso del pianista de Westland.

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