𝐱𝐢𝐯. the intimate video

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─ 𖦆 𝐂𝐀𝐓𝐎𝐑𝐂𝐄 | el vídeo íntimo 🏹

Deborah Hudson fue la única causante de que August se enterara sobre las pastillas que Astrid guardaba en su ropero, y también de la relación oculta que había entre ella y el príncipe

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Deborah Hudson fue la única causante de que August se enterara sobre las pastillas que Astrid guardaba en su ropero, y también de la relación oculta que había entre ella y el príncipe.

Llevaba años envidiando a Astrid, sus logros y lo que ella tenía. Si Deborah quería algo, Astrid yo le tenía sin esforzarse. Si a Deborah le gustaba un chico, a ese chico le gustaba Astrid. Y así era como funcionaba. Y era ya un colmo que ahora que a Deborah le gustaba August, él ponía su total y completa atención en Astrid, y ella lo ignoraba.

Así que fue tan sólo cuestión de tiempo para que Deborah revelara algunos secretos sobre Astrid, sin importarle que tanto le podrían llegar a afectar... Después de todo, ya era hora que de ella también sufra ¿No?

Wilhelm y sus amigos iban a su lugar secreto de reuniones, para hablar sobre lo que harían en cuanto a Alexander y las píldoras... y Astrid.

─Diremos que Astrid intentó vendernos pero se frustró y nadie aceptó comprarle. ─dijo august.

─Y adiós a Astrid para siempre. ─agregó vincent.

─Ese es el plan, Alexander se quedará.

─Hay que culpar a Alexander. ─wilhelm intervino. ─Diremos que intentó vendernos drogas pero no aceptamos. No importa lo que Alexander diga, no le creerán, somos ocho y él es sólo uno.

─¿Por qué no a Astrid? ─august preguntó.

─Así es más simple. ─respondió. ─Alexander estará bien, terminará en una escuela en Suiza.

─La cuestión es que ─lo miró seriamente. ─tú no tomas las decisiones. ¿Cuánto llevas aquí? ¿Una semana?

─¿Y tú cuánto tiempo más serás miembro?

─¿Qué?

─No puedes pagar la escuela ¿o sí? ─august se quedó en silencio. ─Pase lo que pase, no regresarás después de navidad.

─Mis bienes estaban encautados.

─No. ─rió con sarcasmo. ─Lo que sucede es que no quieres vender Årnäs. Porque si lo haces no serás parte del club. Juramos todos proteger a la familia Real, y yo digo que el culpable sea Alexander... ¿Alguna objeción? ─todos se quedaron callados. ─¿Nadie? Bien, seguiremos mi plan.

Wilhelm se fue y los dejó a todos.

Nadie sabía que August estaba en quiebra, nadie dijo nada e hicieron caso a lo que dijo Wilhelm. August no sabía nada y Wilhelm no se lo había dicho, pero pagó la matricula de August, para que pudiera seguir en Hillerska.

𝐞𝐯𝐞𝐫𝐲𝐛𝐨𝐝𝐲 𝐰𝐚𝐧𝐭𝐬 𝐭𝐨 𝐫𝐮𝐥𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐰𝐨𝐫𝐥𝐝 ; young royalsWhere stories live. Discover now