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– La oficina de papá es un desastre – Sannie corría de lado a lado por la espaciosa oficina de Jungkook.

Pilas de papeles y algunas hojas tiradas yacían sobre el piso, dándole un aspecto desastroso a su oficina. Sobre el escritorio fácilmente conté 4 tazas de café, haciéndome recordar todas las veces que yo misma llevé esas tazas a su estudio mientras pasaba horas y horas hablando con su molesto jefe.

– Mamá, ¿cuánto tardará papi en venir?  – preguntó, dejándose caer en el sillón junto a mi.

– En cuanto termine su reunión.

– ¿La reunión es con esos señores feos de vestimenta de pingüino? – reí por la gran comparación que había hecho.

Asentí, acariciando su cabello de una manera muy suave.

Podría seguir hablando de cualquier cosa que pasara por su cabececita, pero el sonido de unos pasos apresurados llamó nuestra atención a la vez que mirábamos en dirección a la puerta. Por esta, apareció un Jungkook agitado y con el cabello algo desordenado.

– ¡Ya llegó papá!

San dio un pequeño brinco del sillón corriendo frenéticamente en dirección a su padre, el cual lo recibió de la misma manera envolviendolo entre sus brazos comenzando a dar vueltas con el pequeño entre sus brazos.

Las risas de ambos hombres ers lonunico que se escuchaba. Desearía poder guardar este momento en un frasco y poder guardarlo por siempre.

Después de algunos minutos y varios ataques de risa, Jungkook tomó asiento a mi lado centrando a Sannie en sus piernas. Las manitas de nuestro pequeño tomaron las de su padre, jugueteando con sus largos dedos.

– ¿Quieres saber que es eso tan importante que tenemos que preguntarte? – comenzó Jungkook, y agradezco el hecho de que así fuera ya que no.me creo capaz de sacar el tema sin que la voz se me rompa.

San asintió.

– ¿Voy a tener un hermanito? – solté un suspiró al escuchar salir eso de mi hijo.

Jungkook rió, besando la cabeza del menor.

– No bebé – dijo él. – ¿Sabes qué festividad esta próxima?

– ¡Navidad! – respondio animado.

– No se si lo hayas notado, pero haz estado viviendo con mamá y los fines de semana los haz pasado conmigo y eso es porque... – Se detuvo unos segundos. – Dios... – Jungkook tomó un respiro profundo. – Cuando dos personas ya no se quieren ellos... Suelen separarse para estar mejor.

Auch.

Entendía que Jungkook solo quería hacer entender a Sannie la razón del porque sus oapas vivían en casas separadas, pero lo único que logró fue que el pequeño frunciera su ceño.

Pero, ¿que a caso no ve que sigo amándonos como el primer día?

– ¿Ya no quieres a mamá? – San preguntó, tomando a su padre con la guardia baja ya que no esperaba que un pequeño de 4 años le.hiciera ese tipo de cuestionamientos.

– San, yo...-

– Tú no amas a mami – sus ojitos comenzaban a inundarse de lágrimas. – Ya no le das besitos como antes, ya no estas en las noches para cenar con nosotros... ¡Ya no nos quieres!

– Bebé, esto no es de lo que queríamos hablarte – la voz del azabache sonaba desesperada, pero era muy tarde para disculparse por lo ta dicho.

El pequeño hombrecito se quitó del regazo de Jungkook ahora tomando sineto sobre el mío, escondiendo su cabececita en mi cuello. Podía sentir su cuerpo temblar de manera leve, y esto solo lo hacía cuando estaba a segundos de romper en llanto.

– Sannie, íbamos a preguntarte con quien quieres pasar navidad. ¿Con mamá o papá? – era mi turno de hablar, aunque no quisiera hacerlo.

Yo nunca quise alejarme de Jungkook, más sin embargo, sabía que era porque mejor por el momento para jo terminar en algo rutinario y demasiado tóxico. No quería esa imagen para San.

– Quiero estar con mamá – respondió, aún escondido en mi cuello. No pude evitar que una que otra lágrima rodara por mis mejillas.

¿En qué momento llegamos a esto?

– Oh, de acuerdo – Jungkook dijo, mientras esa pequeña esperanza de poder pasar navidad junto a su pequeño desaparecía y era renombrada por tristeza. Noté como sus ojos se volvían acuosos, y por un momento quise abrazarlo y pedirle que regresara a casa.

– Bueno, supongo que le diré a mi jefe que puedo viajar ese día – murmuró con voz temblorosa, acuerdo su mayor esfuerzo por no romperse en frente de nosotros.

– Jungkook...-

– Tengo que irme, una reunión me espera – dijo, interrumpiendome. Levantándose del sillón caminando en dirección a la salida de su oficina.

– Por favor, solo... Jungkook – con Sannie en brazos, caminé hacia el hombre que tanto amaba. Con mi mano libre tomé su mano, y aunque las palabras no salieran de mi boca, intentaba que tan solo ese tacto le hiciera entender todo lo que no podía decir.

– No pasa nada – sonrió, o hizo el intento. Le dio un ligero apretón a mi nao para luego decir. – Feliz Navidad.

Y así, salir una vez más.


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⏰ Last updated: Sep 20, 2023 ⏰

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Jeon ThingsWhere stories live. Discover now