Acuario (M) & Aries (H) III

90 11 3
                                    

That's me!

Nosotros dos fuimos a un parque de diversiones.

Por un momento me sentí mal; pero por otro... fue un día espectacular.

Nos subíamos a todos los juegos, perdimos y ganamos premios. 

Fue un gran día.

Con él, todo surgía tan natural. 

Podía ser yo misma.

Cuando venía la parte del coqueteo, le seguía la corriente; pero luego, Tauro se cruzaba por mi mente.

- La pasé muy bien, hoy – expresó él.

Estábamos en la puerta de mi casa.

- Igual yo - contesté.

- Genial.

- Sí, genial.

Hubo un momento de silencio entre nosotros. Los dos mirándonos, quizás, sin saber qué hacer.

- Ya debo entrar – balbuceé señalando la puerta.

- Claro – se acercó a mí y en un movimiento rápido, plantó un beso en mi mejilla, dejándome sorprendida. – Nos vemos.

- Adiós – estaba en pleno shock. 

Estoy más que segura de que estaba súper sonrojada.

Como pude, abrí la puerta de mi casa y Milu me recibió con gran alegría.

Tenía esa sonrisa en mi rostro.

Una sonrisa boba de oreja a oreja, que no podía ser esfumada.

Por nada. 

Excepto por...

Tauro.

De vuelta a la realidad una vez más, ya estaba por acabarme mi tercer pote de helado. Y creo que me harían falta muchos más.

El timbre de mi casa sonó y a duras penas me levanté para ver quién era.

- A ti te gusta él, también. ¿No? – me interrogó apenas abrí la puerta.

- Tau... 

Ella me observaba detenidamente analizando cada uno de mis movimientos.

No podía mentirle. 

No a ella.

Desvié mi mirada por un momento y solo atiné a afirmar con la cabeza. 

- Bueno, ahí está. Lo sabía - reafirmó ella dejándose caer en mi sillón.

- ¿Cómo te diste cuenta? - le pregunté aún apenada y desconcertada.

- ¿Y cómo no me voy a dar cuenta? - bufó. - Eres mi mejor amiga. Y además, fuiste demasiado obvia el otro día.

El ceño fruncido que ella tenía hace un momento se suavizó aún sin despegar su mirada de mí y me hizo una seña para que me acercara. Alzó la mano y me mostró una bolsa llena con las compras que había hecho. 

- Traje helado.

Una pequeña sonrisa salió de mí.

- ¿No irás a playa?

- No. Me quedaré aquí contigo - asentí. - Las dos olvidaremos a ese chico sexy.

- Tau...

- En serio.

Tal vez no iba a tener un fin de semana tan solitario ni deprimente.

- Hablé con Sagi, le dije que no podré ir - la miré. - Sabes... él es un buen tipo, - continuó hablando - es muy divertido. Y ahora que lo pienso... también es muy lindo.

- ¡Tau!

- ¡¿Qué?! - se encogió de hombros. - Quizás sí debamos ir a la playa - señaló.

- Tau, eres imposible.

- No sé, yo solo digo.

La taurina por fin se calló aunque estaba demasiado concentrada comiendo su helado.

- Aqua.

Debí saberlo. Esto aún no acababa.

- Dime - suspiré derrotada.

- ¿Si sabes que él solo me hablaba porque yo le hablaba a él?

La miré.

- No está interesado en mí y la razón es demasiado obvia, ¿no crees?

- ¿Y?

- Aqua. 

- ¿Qué?

- ¿No crees que mereces un poquito de felicidad, también?

- ¿Qué dices?

- Te gusta mucho, ¿verdad? Nunca antes te había visto ponerte tan nerviosa ni sonrojada por alguien. Además, estoy segurísima de que harías, si es que ya no has hecho lo mismo por mí.

***

Me hago la fuerte, pero es complejo 

Si la tristeza se me nota en el espejo 

Hoy más que nunca es cuando duelen los consejos 

Hoy más que nunca es cuando duelen los consejos

Los consejos - Greeicy

<< Comenta para ¿cuarta parte y última? Full Acuario y Aries. ¿Se quedarán juntos o no? >>

HISTORIAS DE ACUARIOWhere stories live. Discover now