𝙎𝙐𝙍𝙑𝙄𝙑𝙊𝙍 || ❝ Solamente tenemos un único objetivo, no morir. ❞
James tuvo la desgracia de ir a casa de Lily a pedirle una cita. Por consejo de su amigo más sensato, se presentó de una manera romántica y formal.
Sin embargo, como siempre, las...
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VIDA ADULTA
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LA PELIRROJA ESTABA CORRIENDO como si su vida dependiera de ello. Estaba corriendo sin importarle las miradas curiosas de los muggles debido a su vestimenta. Pero a decir verdad no le importaba demasiado que la vieran con su uniforme de quidditch.
Solamente en su mente estaba su único objetivo: llegar a tiempo.
Eleanor prácticamente tacleó al andén, y tuvo que hacer una pirueta en el aire para no caer de cara del otro lado y no chocar con los demás.
Pronto se vio envuelta en ese mar de gente. Padres e hijos, amigos emocionados por verse. El silbido del tren y el calor del lugar.
—¡Ey, O'Malley!
La pelirroja forzó su vista, y pronto una sonrisa se dibujó en el rostro cuando vio aquella mano levantada indicando a dónde ir.
La jugadora de quidditch fue lo suficientemente educada para no empujar a la gente, pero aun así caminar lo más rápido posible ya que el tren estaba a casi nada de partir.
—¡Ay! ¡Sentí que no llegaba! — se quejó una vez que llegó a ellos. —¿Emocionados por su último año? — les preguntó.
—Por Merlín O'Malley. — se quejó Lucius cuando vio los ojos de Bartemius llenarse de lágrimas por quinta vez.
—¡¿Cómo voy a estar bien?! ¡Es mi último año! — el chico se soltó del brazo de Regulus antes de abalanzarse hacia la pelirroja y tomarla por las solapas del uniforme. —¡Y, por si fuera poco, todos mis amigos ya están fuera!
—¡¿Y yo qué soy?! — jadeo indignado el menor de los Black.
—¿Y tú Pandora? — le cuestionó la pelirroja, la cual se resignó a dejar que Bartemius bañara su uniforme nuevo de lágrimas y mocos.
—Estoy bastante tranquila, a decir verdad. — aseguró la rubia que se encontraba en medio de Narcissa y Stella. —Aunque no tenga amigos en Hogwarts, sé que estaré en comunicación con ustedes tres.
—¡¿Y yo qué soy?! — volvió a gruñir la serpiente.
—¿Eres mi amigo? — le cuestionó intrigada la Ravenclaw.
—¡Pues sí! ¡Creí que era obvio!
—Oh... Yo pensaba que solo me tolerabas por compartir las mismas clases.
Un pequeño tic se formó debajo del ojo izquierdo de Regulus. —Pandora... si solo te tolerará no te hubiera acompañado al Callejón Diagon justo el día que está más lleno de gente.
—¿Entonces si somos amigos? — le cuestionó la rubia, que tenía su lindo cabello adornado por moños hechos de envolturas de dulces.
