𝙎𝙐𝙍𝙑𝙄𝙑𝙊𝙍 || ❝ Solamente tenemos un único objetivo, no morir. ❞
James tuvo la desgracia de ir a casa de Lily a pedirle una cita. Por consejo de su amigo más sensato, se presentó de una manera romántica y formal.
Sin embargo, como siempre, las...
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¿CÓMO SER UNA BUENA PERSONA?
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ELEAZAR ESTABA COMPLETAMENTE SEGURO DE ALGO: él no era una buena persona.
Haciendo una recapitulación de su vida, podía darse cuenta de que no había absolutamente nada bueno en ella. No había logros, no había premios, nada que pudiera presumir al resto del mundo. Él no tenía cualidades, jamás las tuvo y probablemente nunca las tendría.
Si tuviera que volver a un momento en específico de su vida, volvería a su infancia sin pensarlo dos veces, cuando él tenía entre dos y cinco años. En ese entonces había un constante olor de galletas en la cocina de su casa, él creía que podía tocar el cielo con la mano porque se encontraba arriba de los hombros de su padre, en ese tiempo él no era un pobre e infeliz diablo.
Al igual que su melliza tenía muy en claro que su mejor época fue aquella, en donde sus padres eran un matrimonio sólido y fuerte, en donde ellos dos eran queridos y amados, él daría todo lo que tenía en ese momento para poder volver a ser ese niño amado aunque sea por un solo día.
Pero él no era ningún ingenuo, al contrario, siempre supo que cuando algo se rompía, jamás podría volver a ser como antes.
Y se dio cuenta de eso años atrás, cuando solo era un mocoso llorón. Cuando solo era un niño que lloraba en su casa, mientras veía a través de la ventana como la mujer que debía amarlo, cuidarlo y protegerlo, se iba de su vida para siempre.
Cuando vio a Gabrielle marcharse llevando en su mano una maleta en lugar de llevarlo a él, supo que ya no había marcha atrás, y que estaría condenado para siempre.
A partir de ese momento, algo se rompió dentro suyo, y desde entonces nada ni nadie, ni siquiera él mismo, fue capaz de repararlo.
Su actitud arisca, temperamental, arrogante y violenta no era culpa de nadie más que de él mismo. No podía culpar a su madre por abandonarlo, no podría culpar a su padre por ser un adicto, no podía culpar a su hermana por distanciarse, no podía culpar al resto de sus hermanos por ser una carga, ni tampoco podía culpar a ese barrio de medio pelo que era habitado por ladrones y adictos, sí tenía que culpar a alguien, sería a él mismo.
Era un niño, pero ese cuerpo tan pequeño y minúsculo se llenó de odio y rabia al ver cómo todo había cambiado. Y la única forma de canalizar ese odio, era metiéndose en problemas 24/7, adentrándose a un mundo de pandillas, drogas, estafas y violencia.
Mientras su hermana trabajaba día y noche para sostener su casa, ingenuamente él trabajaba día y noche para volverse en alguien a quien los demás pudieran temer.
En un principio creyó que aquello lo hacía para proteger a sus demás hermanos, creyó que si él crecía siendo el fuerte, que si él crecía entre pandillas y él tomaba el control del infierno, entonces, estaría cumpliendo con su parte ya que de esa forma nadie se atrevería a tocar a sus seres amados. Eleanor los mantenía económicamente y él los mantenía a salvo de ladrones, secuestradores, policías, pandillas, dealers, proxenetas, etc...
