18.

1.1K 109 15
                                    

Jisung tuvo que retirarse porque le habían llamado de su trabajo, pero Donghyuck se quedó ahí todo el rato, abrazando a su pequeña, dándole mimos y besos en sus mejillas y frente. Se sentía dichoso, muy feliz, no recordaba otro momento en el que hubiera sido tan feliz como ese día abrazando a su hija.

—Te amo mi pequeña, pronto estarás bien, podrás hablar y moverte, e iremos de compras con Jisung y a los juegos mecánicos.

La niña lo miraba aún sin poder hablar, sin comprender, sin saber nada, ¿Y es que como podía entender que le habían robado cuatro años de su vida?

El tiempo para ella no había pasado, ella seguía siendo la misma niña de cinco años. No entendía porque su papi Donghyuck lloraba, ni porque su cuerpo no respondía ni podía moverse a su gusto. Layda no entendía nada.

La puerta se abrió de repente. Mark estaba ahí, agitado y con los ojos llorosos. —Bebé... Mi bebé.

Y fue como si el tiempo no hubiera pasado, como si no hubieran existido esos cuatro años de lejanía; Mark abrazo a su hija como Donghyuck también lo hacía, ninguno apartó al otro porque en ese momento no existían incomodidades ni tensiones, no existían los problemas que los hicieron separarse, sólo eran ellos tres.

Pero Jaemin carraspeo su garganta incómodo, rompiendo el momento.

Donghyuck lo miró y luego miró a Mark con una mirada fría y filosa.

—No quiero que este aquí —dijo separándose del abrazo y dándole la espalda a ambos, viendo por la ventana.

—Es mi pareja —respondió Mark. —Y ha estado cuidando de Layda todo este tiempo —dijo alzando la voz con lo último.

El tiempo que tú no estuviste...

—Entiendo —Donghyuck tomo sus cosas y salió furioso no sin antes decir: —Estaré en la cafetería por si MI hija necesita algo.

𖥸

Donghyuck se estaba tomando una taza de café cuando Mark lo encontró en el comedor y se sentó frente a él.

—Tenemos que hablar, se supone que todo había quedado resulto con el divorcio pero dudo que sea así, ella por fin despertó... ¿Cómo vamos a decírselo?

Donghyuck suspiró frustrado.

—No... No lo sé —miró de reojo a Mark, quien seguía siendo muy guapo, ya no era más el niño que conoció en la secundaria, con rostro angelical, mucho más bajito que él, y ojos grandes. No, ahora era un hombre, más alto y más varonil. Donghyuck también había cambiado, ya no era ningún ingenuo. Esta vez no iba a dejar que Mark le arrebatara más de lo que ya había hecho. —Pero Layda es mi hija y quiero que este conmigo.

—Deja de bromear, las veces que viniste a verla no se comparan a las que yo vine... Tengo más derecho que tú, más derecho que el hombre que la abandono cuando más lo necesitaba —Mark escupió las palabras con enojo.

—No quiero pelear contigo y aunque te lo explique no lo vas a entender, no porque no puedas sino porque no quieres, lo veo en tu mirada y te conozco mejor que nadie; Estas decidido a joderme la vida.

—No todo gira alrededor de ti Donghyuck. Lo hago porque quiero lo mejor para mi hija, así que voy a pelear la custodia y tengo muchas posibilidades de ganar.

Donghyuck intentó decir algo más pero Mark no se lo permitió, pues se fue antes de que él pudiera abrir la boca.

𝙸𝙽𝙵𝙸𝙴𝙻「MarkHyuck」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora