5.

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—Te odio... Te odio... Te odio...

Donghyuck golpeaba la almohada y reprimía las lágrimas, Mark había sido descarado antes pero lo que estaba haciendo ahora, estaba superando el nivel.

Era la quita vez que no llegaba a dormir.

¿Cuánto tiempo más le iba robar de su esposo aquel amante?

Aquél al que no podía ponerle rostro ni nombre pero que estaba ahí como una sombra.

Y de nuevo volvía a tocarse, a tener que satisfacerse solo.

Lamía sus dedos para penetrarse con ellos, masajeaba sus testículos, bombardeaba su pene hasta llegar al orgasmo y cuando terminaba no podía sentirse bien consigo mismo, algo le faltaba, tal vez era la forma en la que Mark le hacia el amor, pero eso ahora era cosa del pasado. Donghyuck ya no se sentía deseado.

Mark seguía con él por costumbre, por Layda y él porque no tenía nada más que a Mark. Dependía de él en todos los sentidos.

—Maldito seas Mark, mil veces maldito... Maldito sea tu amante, malditos sean todos.

Donghyuck se cubrió con las sabanas y dio un grito seco antes de acostarse finalmente a dormir.

𖥸

Jaemin se sentía cada vez más feliz, Mark le había comprado un departamento más grande y lo habían estrenado de todas las maneras posibles, y lo mejor es que como el castaño prometió, se había quedado a dormir con él.

Sí, Jaemin era dichoso de mil formas.

Mark dormía a su lado, pero tenía el rostro intranquilo y el ceño fruncido, eso le preocupaba.

Él sabía que Mark se preocupaba por su otra familia, aún en sueños no los podía abandonar.

Jaemin había aceptado eso, había aceptado compartir a Mark con su esposo y la hija que adoptaron, había aceptado que no siempre sería el número uno en el corazón de Mark.

Lo había aceptado y aun así a veces le dolía.

Porque sabía que él no era más que el amante y aun así era codicioso.

𝙸𝙽𝙵𝙸𝙴𝙻「MarkHyuck」Where stories live. Discover now