Para ti - Pearce Joza y tú - (II)

3

Por suerte no iba a ser un inconveniente.
Si todo salía bien, llegaríamos a North Carolina, unos días antes de mi prueba de cámara.

— ¿Lista para unos largos días, por no decir semanas, en mi auto?

— Algo me dice que no piensas conducir de noche. —dije mientras lo veía meter mis cosas en el maletero.

— El chiste de un viaje en auto, es poder tomar el tiempo que sea necesario, para detenernos. Eso incluye dormir bien.

— ¿Y por qué llevas... tantas cosas? Eres bueno empacando.

Ok, aquí habían demasiadas cosas... raras.

— No en esta ocasión. —cerró la maletera, antes de girar a mirarme.— ¿Lista para nuestra aventura?

— Tengo unas preguntas que hacerte, pero tenemos un largo camino por delante, así que... sí.

— ¿Segura de qué no quieres llevar más cosas?

— Lo dices como si no fuéramos a volver. —él no dijo nada.— ¿Qué pasa?

— Te lo digo después.

— No, habla ahora.

— ¿Ya le dijiste a Ethan que no estaremos aquí por un tiempo?

— Sí, ya le dije. Dime qué pasa.

— Después. Ya vámonos, bebé. —besó mi mejilla, antes de rodear el auto.

Él ya lo había dicho. Teníamos un largo camino en auto por delante, así que, cuando comenzara a conducir, no podría librarse de mis preguntas.

Subí rápidamente al auto, pero no dije nada, hasta que ya llevaba un rato conduciendo.

— ¿Qué me estás ocultando?

— ¿Quieres tener esa conversación? ¿Ahora? ¿En serio?

— Dijiste que era un largo viaje, ¿no? De alguna forma, u otra, tenemos que matar el tiempo.

— No pasa nada, Kira.

— Me estás mintiendo, y ambos lo sabemos.

— No es nada malo, ¿bien?

— Pear...

— Si me dices, lo que no me quieres; yo te digo, lo que no te quiero decir.

No podía. Se suponía que no debía decir nada. El papel ni siquiera era mío.

— ¿Estás seguro se que no es malo?

— Bueno... dependerá de como lo tomes.

— Sí dices eso, me haces pensar que es malo.

— No lo es. En serio.

— ¿Seguro?

— ¿Confías en mí? —dijo tendiéndome una de sus manos.