"Si necesitas algo, no temas hablar conmigo" Fueron las últimas palabras de Ewart antes de que yo bajara del auto. Y con ese pensamiento, los últimos metros bajo la lluvia se impregnaron de pura y simple melancolía.
Sus palabras no eran la respuesta que esperaba, pero sí la que necesitaba: que de nada servía saber los rumores acerca de Asher y que era yo quien debía de formar mi propia conclusión de él.
Me detuve junto a la valla de madera donde terminaba el jardín y le miré por encima del hombro con su sonrisa cálida y su rostro que emanaba bondad. Me imaginé volviéndonos a encontrar y ese simple pensamiento bastó para dar paso a uno nuevo:
«Tal vez eso nunca suceda».
Lleno de desazón, entré en la sala con paso fatigado. A pesar de mis esfuerzos, no podía recordar cómo me había hecho amigo de Ewart, ni si había hecho algo que nos distanciara. No quería volver a alejarme de él, ni tampoco deseaba que lo mismo sucediera con Asher.
Los últimos días se teñían de un extraño espectro amenazante. No sabía con certeza por qué dolía, pero culpaba a la esperanza que había tenido hasta entonces.
No esperar nada debía ser tan liberador.
De repente, sacado de mis pensamientos, escuché unos pasos acercándose. En el momento en que me giré, noté a mi abuelo recargado en el pilar de la entrada.
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Una primavera llamada Asher
Teen FictionEn el mundo de Dominick Decker, la marca de flor con la que se nace lo es todo, por lo que él, siendo un desmarcado no puede más que sentirse excluido, al fin y al cabo, la popularidad y el valor están definidos por aquello que no tiene. Con la ment...