Las manos le temblaban al escribir el mensaje, sentía su cuerpo pesado y su corazón amenazaba con salirse. ¿Realmente estaba seguro de esto? No iba a negarlo, estaba muy nervioso y todo esto le daba algo de miedo. Pero tarde o temprano debía enfrentarlo.
𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐦𝐞𝐧𝐬𝐚𝐣𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨: 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤.
𝟐𝟐:𝟑𝟎 𝐩.𝐦.
-𝙼𝚊𝚗̃𝚊𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚗 𝚊 𝚖𝚒 𝚌𝚊𝚜𝚊 𝚊 𝚕𝚊𝚜 𝟸𝟷:𝟶𝟶 𝚑𝚛𝚜. 𝙽𝚒 𝚜𝚎 𝚝𝚎 𝚘𝚌𝚞𝚛𝚛𝚊 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎, 𝙹𝚒𝚖𝚒𝚗, 𝚘𝚍𝚒𝚘 𝚕𝚊 𝚒𝚖𝚙𝚞𝚗𝚝𝚞𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍. 𝙲𝚎𝚗𝚊𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚊𝚚𝚞𝚒 𝚢 𝚑𝚊𝚋𝚕𝚊𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚊𝚕 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚘.
Su corazón casi se sale. Realmente iba a pasar. ¿Y ahora qué? Genial, más nervioso no podía estar. Se preparó mentalmente para lo que iba a ocurrir al día siguiente. Pensó en miles de situaciones. ¿Sería una simple reunión para hablar? ¿Le mostrará más cosas? ¿Será un entrenamiento como en los videos que vió? ¿O tendrían sexo? Ésto último le hizo sobresaltar. ¿Sería capaz de llegar a ese punto? De tan sólo pensarlo, su miembro palpitó. Cerró los ojos con la esperanza de borrarlo. Mala idea. Sólo provocó una imagen más vívida. ¿Se tocaría? No. Sería mejor que lo haga él, ¿verdad?
Recordó cuando estaban en Ciudad Universitaria, precisamente el momento exacto en que Jungkook le hizo sexo oral, en cómo su lengua iba y venía sobre toda su longitud. Un gemido ronco resonó en su habitación. El jean le ajustaba la erección, así que decidió liberarla. La vio. Palpitante. Bajó con rapidez sus pantalones y la lenceria. Totalmente desesperado, y con ansias de terminar de una maldita vez, empezó a masturbarse. Las imágenes recreadas en su mente le dieron un orgasmo brutal. Jadeó y gimió su nombre cuando el líquido blanquesino se escurría entre sus dedos. Lo miró. Un deseo se incrustó en su mente tan fuerte como una tormenta de verano: definitivamente tendría sexo con Jungkook. Deseó con todo su cuerpo ser tomado por él, deseó gemir su nombre a la vez que éste le poseía en esa habitación llena de lujuria.
Llegó el día. Los nervios consumían cada célula de su cuerpo. Miró la ropa en su armario. Tomó un jean algo holgado, una camisa blanca y sus vans negros. Cepilló sus dientes, su cabello y se colocó algo de perfume. Eran las ocho cuarenta de la noche. Lo había citado a las nueve en punto, pero no aguantó más. No podía esperar más, quería estar con él, abrazarlo y besarlo. Quería tantas cosas que no sabía si sería capaz de contenerse, o de contarle. Dejó suficiente comida y agua para Shiro, por que algo le decía que posiblemente pasaría la noche con él. Sonrió. Se despidió de la pequeña bola de pelos quien jugaba con un ratón de lana. Llamó el ascensor. saludó al guardia y partió.
Caminó las dos cuadras que lo separaban de él. Parecían eternas. Se plantó frente a las rejas negras, mirando la puerta principal. No sabe cuánto tiempo pasó antes que se decidió, algo temeroso algo decidido, a tocar el timbre. Mordió su lengua en señal de nerviosismo, esperando ver a su jodido hombre asomarse por la puerta. Jungkook le abrió, vistiendo sólamente un joggers negro y zapatillas. Su torso, desnudo, lucía gotas de sudor sin secarse del todo.Y una respiración algo agitada... todo le provocaban pensamientos impuros. ¿Por qué tenía que lucir tan jodidamente caliente después de hacer ejercicio? Deseó lanzarse a sus brazos, y saborearlo de pies a cabeza.
-Hola, Jungkook-no pudo evitar morderse los labios.
-Buenas noches, Jiminnie. Pasa. Vas a tener que esperar a que tome una ducha. ¿Te molesta?
-No, no -tartamudea-. Para nada. Creo que no debí llegar tan temprano.
-No te preocupes por eso, Jimin -ríe mientras se acerca, le da un beso y le abraza por la cintura-. Espérame en la sala. No tardo. Sírvete algo de beber.
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BETWEEN CHAINS •KOOKMIN•
Fanfiction-La respuesta correcta es "Si, señor" Cadenas. Fustas. Placer. Desobediencia. Dominación. Tenían todo eso en común, aunque no lo supieran, aunque lo negarán. •Todos los créditos van para @LadyNecropolis, autora original de la novela •Si este tipo de...
20. Address me properly
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