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Mientras dormían:

~*~

«Jennie Kim»

En línea

JENNIE: Te odio. Apenas puedo mantener los ojos abiertos.

LISA: La próxima vez ten personalidad y vete a la cama cuando quieras.

JENNIE: No habrá próxima vez, voy a bloquearte por las noches.

LISA: Eso dicen todas...

JENNIE: Yo voy a hacerlo.

LISA: ¡Creía que querías una amiga con la que hablar!

JENNIE: Pero no tanto. Kai está prácticamente listo y yo sigo en la cama.

LISA: Debería darte vergüenza, ¿acaso esperas que la isla Catabwa vaya a tu habitación?

JENNIE: No. Pero sería un detalle por su parte.

LISA: Deja de soñar y levántate. Me voy a por Irene.

JENNIE: Pasadlo muy bien. Ya me contarás si aguantas la ruta entera.

LISA: Y tú disfruta del día con Kai.

JENNIE: Lo haré. ¿Quién sabe cuándo volverán a alinearse los planetas?

LISA: Seguro que los del Instituto de Astronomía.

JENNIE: ¿Siempre tienes que tener respuesta para todo? Resultas demasiado pedante.

LISA: Es un don y una maldición, y a las chicas les encanta.

JENNIE: Pues vete a deleitar a la tuya, anda.

Sonrió al leer aquella última frase antes de mandar el «Hasta luego, Jennie» que acababa de teclear, y guardó el móvil en uno de los bolsillos de la mochila que iba a utilizar ese día para hacer senderismo con Irene y Darwin.

Tenía que reconocer que ella también estaba un poco cansada. ¿A qué hora se habría dormido la noche anterior? Serían más de las tres, seguro, porque se habían pasado horas hablando por WhatsApp; y se había tenido que levantar a las ocho, ya que había quedado en pasar a recoger a su chica a las nueve en punto. Ahogó un bostezo, el tiempo se pasaba más deprisa de lo que parecía cuando hablaba con su nueva amiga Jennie. Había que joderse, Jennie Kim era su amiga. ¿Quién iba a decírselo doce años atrás? Pues no tenía tiempo ni de pensarlo, porque volvía a llegar tarde una vez más. De tanto trasnochar se le habían pegado un poco las sábanas a ella también.

Irene la estaba esperando en la calle, con su mochila a los pies y unos pantalones deportivos que le quedaban francamente bien. Paró el coche en doble fila frente a ella y activó las luces de emergencia para señalizar al resto de conductores que no se estresaran, porque iba a ser solo un segundo. Su novia no la había visto, así que bajó la ventanilla para llamar su atención.

"¡Ey, chica sexi!" le gritó y sonrió cuando ella levantó la vista. "Si quieres, te llevo."

Irene le devolvió la sonrisa, negando con la cabeza, como dándola por imposible, se echó la mochila al hombro y se dirigió hacia el coche. Antes de acomodarse en el asiento del copiloto, dedicó un saludo y un par de caricias a Darwin, debidamente asegurado en el asiento trasero, que se puso contentísimo de verla.

"¿Chica sexi? ¿Ese es todo el respeto que tienes hacia las mujeres?" bromeó sentándose bien en el asiento.

"¿No te llamas así?" Frunció el ceño fingiendo sorpresa. "¿En qué estaban pensando tus padres?"

Destiny : Diario de Jennie Kim 《Jenlisa》Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum