Capitulo 35

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Giulio...

Regreso de hablar con uno de mis lugartenientes que me brinda la información acerca de las entregas de mi droga.

Puedo percibir la mirada hostil que Sammy le da a Fiorella pero está solo esta contemplando el paisaje a lo lejos.

--Acá está el nuevo contrato, y el nuevo acuerdo Fiorella. Sabes de sobra las pautas que debes cumplir.

--Sí, no se preocupen lo sé de sobra.

Lucía entra mientras ayuda a mi nana Loretta con más café y algunos bocadillos mientras mi madre le sonríe a Samantha y le toca el collar.

Hoy Sammy se lo puso y me agrada de que lo presuma. Aparte de ser mi mujer es mi reina. Debo admitir que ver a Fiorella me golpeó, con ella viví tantas cosas. Casi muero por nuestra relación. Después de que me aleje pasaron muchas mujeres en mi vida hasta que llego Sammy.

--Mi amor... -Digo pero ambas me voltean a ver al mismo tiempo. Fiorella rehuye de mi mirada mientras Samantha se pone de pie y camina al lado de Lucía.

--Nos vamos Giulio, no dijiste que debo firmar los papeles de nuestras bodegas y terminar asuntos importantes. - Dice mientras mantiene un tono frío.

Me pongo de pie y me despido de mi madre. Loretta nos acompaña mientras me sorprendo de ver mi Ferrari en la entrada.

--Por qué no viniste en una de las camionetas Sammy?!

--No dices que lo mio es tuyo?! - le abro la puerta del pasajero mientras le doy instrucciones a uno de los escoltas para que lleve a Lucía a su casa.

Durante el camino puedo ver como Sammy acaricia la joya en su cuello. La mirada la tiene perdida en el paisaje mientras de vez en cuando respira con enfado.

--Estas bien Sol mío?!

Sonríe de lado.

--Que demonios hacías aquí con ella?

--Solo traje el nuevo contrato las pautas debían cambiarse.

--No seas estúpido Giulio. Vi la forma en que te estabas comportando a su lado y la forma en la que ella te estaba coqueteando.

--Sammy...

--Sammy nada. A mi me respetas y me das mi lugar como tu esposa, mujer y reina de tu organización. Me han secuestrado, humillado y violado. Ya no soy la misma Samantha que conociste que podías chasquear tus dedos y ella cedía. Ya no.

--Y amo la mujer en la que te has convertido Sol mío.

--Pues demuestramelo y despide a esa mujer no la deseo cerca de ti.

--Si eso quieres, lo haré.

--Dime una cosa Giulio si yo no estuviera en tu vida, regresarías con ella.

--No lo sé.

Mi respuesta parece enfurecer a la rubia que se concentra en su celular. Y me ignora el resto del camino hasta las bodegas. Baja del auto y se adentra dejándome solo atrás.

Me fascina verla celosa. Mi pequeño sol ha sacado las garras.

Entramos a mi despacho mientras ella llega al mini bar y se sirve una copa de vino.

--Esa mujer nos quiere separar Giulio.

--Te dijo algo?

--Sí. Qué puede separarnos en cualquier momento que sabe cosas de ti que yo no, y que por ella estas donde éstas. Es una descarada. La quiero lejos de ti.

Yo soy Giulio ManciniWhere stories live. Discover now