💚 Capítulo uno💜

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El insomnio le estaba haciendo la noche imposible a Levi, le pasaba desde que había nacido su hijo, eso sumado a que era la segunda noche seguida en la que Erwin no regresaba temprano a casa.

En la semana el alfa no había hecho nada de lo que él pedía, le pidió que hiciera las compras semanales y no lo hizo, lo mismo pasó con la limpieza del jardín trasero, que al final de cuentas lo terminó haciendo Levi como siempre.

Intentó llamar a Erwin, este parecía rechazarle la llamada, o ni siquiera le contestaba, no sabía porqué su matrimonio se venía abajo o tal vez sí, se casaron muy jóvenes.

—Erwin este es el mensaje número trece que te dejo ¿Puedes contestar, la puta que te parió?

Respiraba lento y profundo como le había dicho su terapeuta, pero no le funcionaba, decidió que lo mejor era volver a ordenar las cosas que ya estaban hechas.

Por ejemplo, sacó toda la ropa del placard y la volvió a ordenar, después fue al baño para limpiarlo de arriba abajo, no quería dormirse hasta que su esposo llegue.

Seguía insistiendo en llamarlo pero sucedía lo mismo, nada, rechazado.

—Si no regresas en dos horas olvídate que estás casado conmigo y que tenemos un hijo ¿Oíste Erwin? No vuelvas porque juro que te mato.

Lanzó su celular con todas las fuerzas contra la pared y gritó un poco al acercarse al objeto y ver que no había recibido ningún daño.

Tomó el frasco de pastillas que estaban en la mesita de la sala y se tomó una, Levi tenía grandes problemas con la depresión y la ira, estaba medicado.

Se sentó en el sofá para esperar a que su esposo se digne a aparecer, y tal vez lo haría dormir en el cuarto de su hijo, ya que este había ido a casa de su mejor amigo. A veces evitaba dejarlo salir porque tenía 16 años y no quería que el pequeño rubio cometa el mismo error.

Oyó el auto de Erwin y se cruzó de brazos, renegando, también tenía un nudo en la garganta.

~°~°~°~

Cuando Erwin abrió la puerta de la casa nunca imaginó encontrarse con su esposo sentado, parecía una película de terror estaba en el sofá con la luz de la lámpara de la sala encendida y de brazos cruzados.

Miró su reloj eran la 1:30 am, ciertamente se le había hecho tarde en la oficina y con su celular en no molestar se percató de las 20 llamadas de Levi hasta que estaba en el estacionamiento de la casa.

—Hola cariño ¿Qué haces despierto? —preguntó, dejándole un beso en la cabeza— Te dije que hoy volvería tarde también.

Estaba acabado, Levi solo resoplaba muy fuerte por la nariz y lo miraba con tanto odio que pensó que lo mataría.

—Escucha, sé que es exageradamente tarde pero mañana tengo que entregar unas cosas de la firma y me está consumiendo el tiempo.

Caminó hasta el asiento enfrente de Levi, y una vez sentado ahí ambos se quedaron viendo por unos minutos en completo silencio.

—Entonces…

—¿Entonces?

Levi se levantó desprendiendo sus feromonas como si fuera un ataque.

—Muy bien lo tuyo Erwin, llegas tarde, no me contestas ni un puto mensaje, aunque sea ponme un emoji, no, el señor tiene que dejar preocupado a su esposo y cuando aparece, huele a otras feromonas y perfume sospechosamente desconocido.

Levi necesitaba hacer el drama del año, era un Omega muy dominante.

Volteó dos segundos para verse en el espejo que tenía detrás, desde que tuvo a Armin se ha sentido inseguro y siente que arruinó su cuerpo. Después volvió a mirar a su esposo

—Ni siquiera me atiendes cuando tengo mis celos, hace tres meses que no teníamos relaciones y ayer que lo hicimos fue tan aburrido, muy insignificante.

—Cariño, estoy cansado la mayor parte del tiempo, y no es que no quiera hacerlo, es que ya no tengo tiempo como antes.

Se levantó con las manos en el aire tratando de mostrarle que esto no era una pelea, Levi nunca sacaba sus feromonas en las peleas pero cuando lo hacia era para marcar territorio, no era que pensara que su esposo no era atractivo, al contrario, pensaba que realmente era hermoso, el problema era que su sexo se había vuelto tan repetitivo que ya no era tan satisfactorio como antes.

—Lo de las feromonas, eso tiene una explicación y una muy buena.

Sacó su teléfono celular y le mostró las fotos de su trabajo de hoy, era una donde estaba con una mujer firmando y otra dándose las manos.

—Hoy cerré un trato muy importante para la firma y pues como notaras la mujer y yo tuvimos que estar cerca a la hora del almuerzo también para socializar.

Se acercaba lentamente mientras la respiración de Levi se hacía menos agitada.

—Vamos cariño, yo nunca podría hacerte eso.

—¿Y se supone que yo tengo que creerte esas mierdas? No lo voy a hacer, mírate Erwin, no soy idiota, además te vas aprovechar de tus encantos.

Agarró sus medicamentos, se alejó cada vez más y fue a la habitación, seguido de su esposo, se sentó en la cama frustrado, con ganas de tirar todo. 

Erwin le quitó sus medicamentos en un segundo, no le gustaba que el Omega viva medicado por lo de esa "supuesta" depresión.

—Dame eso Erwin, lo necesito, dámelo o te mato.

—Se supone que solo es una al día.

Alejaba más el frasco poniéndolo a una considerable altura, sabía que eso molestaba más a Levi pero no dejaría que se tomara las que quisiera.

—Las tomas como si fueran caramelos, apuesto que eso no se lo dices al doctor.

Levi se quedó quieto mirándolo con una ira que su rostro hasta se puso rojo, volvió a intentar tomar el frasco de pastillas, era insistente hasta que sintió como le empezaba a dar golpes en el abdomen para hacerlo doblegarse los cuales obviamente no funcionaron.

Erwin intentaba calmarlo, al menos con sus feromonas pero por más que lo hacía no funcionaba, eso solamente ponía más histérico a Levi.

Comenzó a molestarse por la actitud del Omega, ya que este seguía con sus berrinches como si fuera un niño pequeño.

Una bofetada por parte del más bajo lo hizo llegar a su límite, Levi había agotado su paciencia.

—Dios mio Levi, me tienes harto.

Lo tomó de los hombros para detenerlo pero aplicó más fuerza de lo necesario, empujándolo, haciendo que Levi cayera sobre la cama, cuando Levi cayó, Erwin se colocó encima de él y levantó la mano como si fuera a golpearlo, el omega solo levantó los brazos en respuesta al puño que tenía delante y con eso, Erwin se detuvo… ¿Qué estaba haciendo? había intentado golpear a su esposo, al padre de su hijo, la culpa lo empezó a invadir al ver al pequeño omega debajo de él, aún con las manos arriba defendiéndose.

—Levi yo… lo siento, no era mi intención te juro que jamás intentaría lastimarte.

Trató de acercarse a Levi pero este solo se alejaba más arrastrándose hasta llegar a la esquina de la cama. El alfa notó que las lágrimas comenzaron a aparecer en el rostro de su pareja.

—Se terminó Erwin, ya basta.

Secó sus lágrimas, no le gustaba llorar frente a su esposo.

—Quiero el divorcio Erwin, no quiero estar contigo ¿Me oyes? Vete de aquí y no vuelvas por favor.

Sabía lo que estaba pidiendo y diciendo, pero no cambiará de opinión.

—Ya no soporto que llegues como si nada, a la hora que supuestamente terminas, que me trates así, ya no quiero estar contigo, te odio.

—Levi amor, yo no quise hacerlo. —se acercó a Levi y lo abrazó, pero este le seguía repitiendo que lo odiaba— Lo siento mucho.

Finalmente Erwin se rindió, solamente caminó hasta la puerta y se fue a la sala por un momento, se quedó sentado en el sofá de la sala, se sentía mal por lo que había hecho y no tenía cara para volver hablar con él.

💚 CONTINUARÁ 💜

La oportunidad de volver a amarnosWhere stories live. Discover now