Capitulo 25

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Hoy no era un día tan normal, después de tener una rutina ya acomodada, en la que todos los días veía a mi bonita, hoy no podía estar con ella, porque la organización y en especial Tomás tenían otros planes para mí, era muy extraño que me pidieran esto, pero no podía hacer más, solo esperaba que no fuera nada raro que comprometiera a mi bonita o a mi familia, bastante ya tenia con quebrarme la cabeza todos los días pensando en las consecuencias de cada acción que estaba haciendo.

Pensar en ella me sacaba sonrisas a veces de manera involuntaria, por eso antes de moverme de mi cama para alistarme, decidí enviar un bonito mensaje, que la hiciera pensar en mi: <Hoy no es fácil salir de la cama (no estás aquí), creo que me puedo acostumbrar a despertarme a tu lado. Ten un lindo día amor> y para hacer el asunto mas sugerente y a pesar de saber que si ya había salido de casa se iba a sonrojar mil veces, decidí enviarle una foto solo en bóxer, amaba esto, odiaba mi conciencia.

Después de un breve desayuno, salí para la bodega de Tomás, todo pintaba normal, así que me relajé bastante para evitar cualquier duda y entré, esperando encontrarme con todos mis "compañeros".

—Mateo, ¡qué sorpresa verte aquí! —ese era Andrés el idiota al que mas fastidio le tenia, claro, por debajo de El jefe, así que recomponiéndome por dentro, sonreí pretendiendo hacer la mejor actuación de mi vida— Andresito, para que vea hermano que las sorpresas son buenas.

—¿Qué tal la novia?

—Bien, hoy no tengo que ir tras ella, hoy estoy aquí.

—¡Ay! ¿Parce en serio no sabe? Hoy Julián es el que está cuidando a su novia, creo que escuché a Tomás diciendo que tenia sorpresas para la princesa de papá.

¡Mierda! Esto no podía ser, aunque esperaba que fuera una maldita broma para hacerme caer, nunca creí que Tomás fuera a desconfiar de mi de esta manera, no podía ser cierto. Pero seguro como nunca que podría poner en peligro muchas cosas, no dije nada raro, solo lo que cabe esperar de mi —¡Ah! Qué raro, nunca lo mencionó, pero bueno, mejor, así puedo liberarme un poco de las responsabilidades y cuando termine aquí podemos ir a tomar algo en el bar de siempre.

—Así se habla Mateo, ahora nos vemos, el jefe quiere verte.

Me sentía acorralado, esto no podía ser para nada cierto, tenia que hacer algo para saber si estaba bien, pero sin dejarme caer.

<Bonita ¿cómo va todo? No me has dicho nada de la bella foto que te envié, esta mañana pensé muchísimo en ti>

El mensaje de esta mañana tampoco lo había respondido como normalmente lo hace, cosa que me asustó un poco, pero no podía permitir que la paranoia pudiera conmigo e interfiriera en lo que tenía que hacer.

—Jefe, me dijeron que me necesitaba.

—Bienvenido Mateo, claro que si, hoy necesito que me ayudes con unos encargos que envían nuestros amigos, debes ser muy discreto y necesito que apagues el teléfono cuando llegues al destino, sabes como son los del grupito este, y si ven algún indicio así sea de una tontería sabes que es peligroso. El tema con las armas es ese, y sabes que no queremos líos innecesarios con la policía, bastante me cuesta mantener mucha gente de nuestra parte.

—Así será jefe, no hay problema. ¿Quién va conmigo?

—Andrés, es el único que está disponible hoy, Julián está de perrito faldero de Lorena y su familia, entonces hoy los tengo a ustedes dos. —Me quedé de una pieza, pero traté de no demostrar mi angustia.

—Bien jefe, me comunico cuando tenga noticias.

—Hecho. Por cierto, no te me ofendas, pero creo que necesitábamos acelerar lo de Manuel y su hijita bella, siento que estoy gastando mucha energía ahí.

Una puñalada directa a mi corazón, dolía y dolía mas porque no sabia cual era el plan, me habían sacado olímpicamente de la jugada y esto me asustaba mas que cualquier cosa, porque no solo mi corazón estaba pendiendo de un hilo, también mi familia y preferiría mil veces arriesgar lo demás para salvar mi familia.

—Jefe, sin problema, pero ¿por qué estoy fuera?

—Solo necesitábamos que bajaran un poco la guardia, así que mas te vale no olvidar que las ordenes son mías y tienes que ajustarte.

—Mensaje captado. —Con la seriedad que me caracterizaba, decidí salir de ahí y no mencionar nada más, pero antes de cumplir con esta absurda misión debía hacer algo por mi tranquilidad.

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Me desperté todavía flotando en mi burbuja de felicidad, era increíble como alguien que había conocido no hacia tantos meses, me pudiera brindar la felicidad que necesitaba, era prácticamente imposible que algo rompiera mi burbuja, era feliz, mi vida estaba en un punto que rozaba la perfección.

Tan pronto me quité la pereza de encima desconecté mi celular y revisé los mensajes, hasta que vi uno de Martin, uno que me dejó con una sonrisa de oreja a oreja.

Hoy no es fácil salir de la cama (no estás aquí), creo que me puedo acostumbrar a despertarme a tu lado. Ten un lindo día amor

Y justo después esa fótico tan sugerente, que rico se veía y como raro me sonrojé muchísimo al pensar en lo que había debajo de la tela del bóxer, aun no lo podía creer, el hombre con el que llevaba una bonita relación, era el loco que estaba ahí enviándome fotos y alegrándome la mañana.

Pero como siempre, tuve mi momento de quedarme alucinada viendo el celular y las redes sociales que me olvidé de responderle y mamá me llamó a desayunar, hoy me iba a llevar a la universidad porque mi carro andaba molestando y ellos contaban con el tiempo justo para salir conmigo, así que no iba a desaprovechar la oportunidad de salir juntos y ahorrarme lo del transporte.

Iba flotando en mi burbuja de camino a la universidad, mis padres y yo íbamos muy felices, tranquilos, cantando como a mamá siempre le ha gustado hacer y afortunadamente el calor del día era espectacular. En un momento dado estábamos en un semáforo, cuando un vehículo un tanto sospechoso nos cerró el paso, haciendo que papá frenara bruscamente, mientras mamá y yo nos asustamos, algo horrible, pero gracias a la experiencia de mi padre al volante, pudimos evitar algo peor.

—Esta gente de hoy en día consigue la licencia en cualquier paquete de papas —era algo que siempre decíamos cuando veíamos a un imprudente al volante.

—Tranquila mami, no pasa nada, estamos bien.

Mi papá se veía un poco pálido, pero uso su fuerza de voluntad para que no se notara que también se asustó, al fin y al cabo, el conductor era quien tenia una gran responsabilidad por la vida de las otras personas, menos mal papá tiene la practica y sabe mantener la compostura.

Después de superado el susto, seguimos en camino a la universidad, hasta que nuevamente vi el carro que nos había cerrado el paso anteriormente y al conductor con su respectivo acompañante, cosa que me impresionó porque ese carro se me hacía conocido ahora que lo detallaba, otra vez mi mente me decía que me olvidaba de algo muy importante, pero no sabía que era, según mi medico esas eran las consecuencias del shock que sufrí el día que me asaltaron.

Justo en ese momento, me llegó un mensaje de Martin <<Bonita ¿cómo va todo? No me has dicho nada de la bella foto que te envié, esta mañana pensé muchísimo en ti>> sonreía como tonta, definitivamente el amor era una cosa de locos y este hombre me tenía en la luna. Cuando estaba escribiendo el mensaje de respuesta, volví a sentir que papá frenaba, pero esta vez el carro que nos cerraba era diferente, levanté la vista y alcancé a ver el preciso momento en que el otro vehículo venia hacia nosotros desde la parte de atrás, lo vi por el espejo del copiloto, y ahí entendí que esto no era algo tan sencillo, no era el tráfico, era algo más.

Cuando sentí el impacto mi teléfono salió de mis manos y quedó debajo de la silla de adelante, mientras mi cabeza hacia movimientos extraños y quedaba desorientada, sin saber nada más, sin entender nada más...

La historia de mi vida.Where stories live. Discover now