Sunghoon está enamorado de Kim Sunwoo, el primo de sus mejores amigos, Jungwon y Wonyoung, pero su corazón se rompe al enterarse que el peli rosa tiene novio.
Una libreta y un deseo provocan la llegada de Nishimura Riki, quién llegó a sanar el coraz...
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Todo pasaba demasiado rápido, primero su beso con Sunghoon, luego el enterarse de que Jungwon gustaba de el estadounidense, tercero; que el castaño habría superado su enamoramiento unilateral, y por último; que definitivamente le gustaba Sunghoon, pero sería discreto al respecto.
Aunque si era sincero consigo mismo, se lamentaba de ello, porque si bien, el corazón roto de Sunghoon sanó y el mismo Park se lo confirmó, pero aún así luego de casi dos largos meses no llegaba a entender por qué si su misión se cumplió, aún no le llamaban para irse. Le estaba aterrando el quizás no volver a su tal llamado "hogar" si es que aquel lugar era un hogar.
Quizás las cosas pasaron demasiado rápido, o quizás el era un tonto por gustarle Sunghoon.
En definitiva, era un tonto y de primera.
─ Rayito, ¿por qué tan pensativo? No es que te veas mal, te ves guapo pero llevas un rato así y me preocupa. ─ Sunghoon habló, interrumpiendo los pensamientos pasajeros de Nishimura.
─ ¿Eh. . ? No por nada. Por cierto, ¿por qué me llamas rayito?
─ Por una sencilla y linda razón. Tu cabello es rubio, y tu sonrisa es linda, brilla mucho, como tu cabello, además eres la ternura hecha persona, claro, Sunwoo y Jungwon también son muy tiernos, pero creo que tu ternura es diferente. Pero también porque se me ocurrió, o ¿te molesta? ─ Sunghoon mencionó con una sonrisa y el menor se ruborizó leve, pero negó, asegurando que no le molestaba en lo absoluto.
─ No me molesta. . . Hoonie, ¿cómo me vería con el cabello negro?
─ Si piensas cambiarlo, no te dejaré. Te verías bien pero no, rayito se queda como rayito. ─ puchereó abrazando a el menor.
El mayor de los dos depositó un pequeño besito en cada una de las mejillas contrarias, con el contrario forcejeando para que este otro dejara sus tiernas acciones empalagosas. Debía controlar sus sentimientos por Sunghoon ¡y el mayor no ayudaba!, ¡mucho menos si hacían de nuevo contacto visual!
─ Aléjate de mí si no quieres que te bese de nuevo ─ advirtió Nishimura.
─ ¿Acaso es premio o castigo?
Riki cambió su expresión y rápidamente alejó al mayor, su pequeño corazoncito estaba como loco y simplemente actuó con lo primero que se le ocurrió. Aunque Sunghoon simplemente se rió ante la expresión de susto del menor y se acerccó de nuevo al menor, pero solo le abrazó con una sonrisa.
─ Todo esta bien, solo bromeaba. No quiero que las cosas se vuelven incómodas si nos besamos otra vez ─ mencionó Park y Nishimura solo fingió una sonrisa, una falsa sonrisa que Park no logró captar.
─ De todas formas no volverá a pasar, ahora déjame, quiero estar solo un momento.
─ ¿Por qué?
─ Quiero descansar del revoltoso Sunghoon, me duele la cabeza. ─ excusó Riki, aunque el dolor de cabeza no era excusa.
─ Esta bien, ¿quieres tus galletitas de dinosaurio y tus jugos? ─ el menor le miró con ojitos cristalinos, y Sunghoon entendió que la respuesta era positiva.
