DIMENSION [산의 정령]

4: Una salida

Después de discutirlo seriamente entre ellos y de que Jay convenciera a Niki de que era una buena idea, todos estuvieron de acuerdo con que Jungwon se quedara con ellos hasta que juntos encontrarán la salida hacia el mundo real. Como sólo había dos habitaciones en el lugar quedaron en que uno de ellos tendría que dormir en la sala,  y aunque Jungwon accedió a que fuera él, Jay insistió en que Jungwon se quedará su habitación y el dormir en el sillón.

—Pero no es justo— dijo Jungwon— yo soy quien acaba de llegar, yo debería dormir en el sofa.

— ¡Lo ves! ¡Hasta él está de acuerdo conmigo!

— ¿Y eso que tiene que ver Niki— respondió Jay— Es mi habitación y hago con ella lo que quiera. Por eso se la voy a dar a Jungwon. 

— Estás siendo demasiado amable con él, cuando yo llegué no querías ni compartir la comida conmigo— se quejó Niki.

— Esos eran otros tiempos— aclaró— además, Jungwon esta herido.

Ambos voltearon a ver la pierna del pelinegro.

— Así que yo dormiré en la sala — Dijo Jay acostándose en el sillón.

— Felicidades, tienes tu propia habitación— le dijo Niki a Jungwon metiéndose a su habitación. El pelinegro se preguntó a sí mismo si había sido una buena idea quedarse con ellos.

...

Eran las once de la mañana, o eso según el reloj viejo colgado en la cocina. Jungwon se levantó y lo primero que hizo fue tratar de tender la cama, pues cuando se había dormido en esta estaba llena de garras que no sabía identificar ni que eran.

Salió del cuarto y se sorprendió al ver a los otros dos ya desayunando sentados en la isla de la cocina.

— Buenos días— dijo Jay sirviéndose un plato de cereal. Niki estaba comiendo frente a él.

— Buenos días.

— Ven a desayunar.

Jungwon se acercó a ellos y Jay le hizo una seña para que se sentara junto al rubio. Jungwon le hizo caso y volteo a ver a Niki quien solo lo ignoró para seguir comiendo. Jay le pasó un plato y una cuchara para que se sirviera.

Jungwon tomó la leche y revisó la fecha de caducidad. Él estaba acostumbrado a hacer eso porque una vez se enfermó gravemente del estómago por tomar leche vencida, así que se asustó demasiado cuando vio que esa leche se había caducado desde hace un mes.

— Oigan... esto está caducado.

Niki se quiso reír pero se tapó la boca antes de que se saliera el cereal que estaba masticando. Jungwon lo miró con confusión.

— Se nota que eres nuevo— dijo el rubio después de tragar y continuó comiendo.

— Tranquilo Jungwon, todavía sirve. Recuerda que aquí no pasa el tiempo.