Capítulo 48 | Tate

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Luego de terminar las compras con las chicas, me dirigí directamente a mi cuarto para investigar todo acerca del hospital, que podría ser el futuro trabajo de Ethan, en mi computadora. Todo parece genial, además, no queda demasiado lejos de su casa. Noté que, a menos de que alguien lo lleve, solo camina para transportarse, pero, si ahorra responsablemente, podría pedir un crédito y adquirir un auto.

Después de recibir una llamada de Bree, asegurándome que el jefe ya había visto los papeles de Ethan y que está dispuesto a darle un tiempo de prueba para ver cómo es su desarrollo con el empleo, me dispuse a escribirle. Aún me sorprende que tener referencias puede volver todo más sencillo.

Yo: Mañana por la tarde te espero en el parque junto a la casa de los señores Thorn.

Hoyuelos: ;)

Mañana no podría ir con Ethan a la iglesia ni cantar junto a la banda, ya que tengo un turno de trabajo por la mañana. No me gusta que abusen de mí, pero, al ser la primera vez y una causa extraordinaria, terminé accediendo

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Para beneficio mío y de mi temor a morir de hipotermia, hoy es el día menos congelado de la semana. Sin embargo, eso no impide que, a pesar de las tres capas de ropa (sin contar todas las demás protecciones contra el frío), sigo tiritando. Amo el invierno, pero, lamentablemente, sigo siendo sensible a la temperatura. Mientras esperaba a Ethan sentada en la banca que tanto me gusta, me di cuenta de la razón por la me fascina tanto este lugar. La vista que tengo al estar sentada aquí, es muy parecida a la del ventanal de mi casa, tranquilo y hermoso como en una película. Aún no llega la primera nevada, pero todo el paisaje grita invierno, es realmente hermoso.

Me distraje un poco, cuando pude notar que Ethan se dirigía hacia mí. Es un chico realmente guapo, siempre lo ha sido. Su cabello intenta encogerse en su nuca y, hay momentos en que algún mechón rebelde se ubica sobre sus ojos y yo oprimo mi impulso de devolverlo a su lugar. Lleva una chaqueta térmica igual que la mía, la diferencia es que la que yo llevo puesta es totalmente blanca y la suya negra. Trae una bufanda y un gorro grises, que contrastan con el resto de su vestimenta. Sin embargo, si tengo que elegir lo que más me gusta de su físico, serían sus profundos ojos y sus lindos hoyuelos. Amo la forma en que lo descubro mirándome, deseo ser siempre vista así, y sus hoyuelos, solo espero que un día cercano, me armara de valor para tocarlos, porque ellos me han demostrado, hace un tiempo, como él puede volver a sonreír.

Estoy segura que habían pasado, un poco más de dos meses, desde que Ethan vino a acompañarme a mi casa por primera vez para ir juntos a la iglesia, y cada día ha sido mejor que el anterior, me he estado acostumbrando a su forma de ser y aprecio más cada detalle suyo. Acerca de su forma de ser, sé que puede haber momentos en que no sabe cómo expresarse, o simplemente no es lo suyo, pero me basta con saber que se preocupa por mí y que mantendrá esa mirada de cariño cuando estoy junto a él.

Si soy sincera, hace unos días empecé a tener sueños con él. Con un futuro juntos, en el que él se convertía a Dios completamente y terminamos casados. No quiero apresurarme y tampoco sé lo que él piensa al respecto, pero espero que no se quede solo como eso. Como un sueño.

- Entonces, ¿qué es eso tan importante que tienes para decirme, estrellita?- pregunta mientras se acerca, cada vez más, a la banca.

- ¿Estás preparado para saberlo, hoyuelos?- Solo me observa con anticipación y yo le dedico una sonrisa gigante- Sé que has tenido problemas para encontrar un trabajo en el que puedan aceptarte- Veo que sus ojos y cuerpo se encogen un poco, probablemente pensando que le haré nuevamente la, innecesaria, propuesta de aquella vez- He hablado con Bree y mañana empezarás tu tiempo de prueba en un nuevo hospital.

Veo cómo, lentamente, está procesando la información que acabo de brindarle, pero se mantiene ahí. Estático. Me preocupo un poco por su reacción, así que me levanto de la banca y me acerco rápidamente hacia él. Pero entonces, levanta su mirada y sus ojos se iluminan con un brillo que no había visto antes en él. De repente, mis pies ya no están tocando el suelo. Ethan acaba de levantarme y está dándome un gran abrazo mientras gira sobre el mismo lugar. No puedo evitar devolverle el abrazo y ensanchar mi sonrisa mientras me río a causa de su reacción. Es lo mejor verlo feliz, tan contento, tan ligero.

- ¡Muchas gracias, Tate!

Unos segundos más tarde, vuelve a colocarme en el suelo, frente a él. Ambos estamos respirando agitadamente y puedo escucharnos claro y fuerte, seguramente a causa del mareo por las vueltas y la emoción que nos rodea. Sé que aún tengo una sonrisa en mi rostro de lo feliz que me siento por él, pero desaparece de mi cara en el instante en que su rostro cambia de expresión, se vuelve serio y el aire que nos rodea empieza a ser pesado.

No me di cuenta de lo cerca que nos encontramos, hasta que pude sentir su aliento chocar contra el mío, así como oír cada respiración que toma. Todo se detiene en este mismo instante, veo que traga duro y puedo asegurar que yo hago exactamente lo mismo. Da otro paso hacia mí y siento el calor que emana de su cuerpo, junto al mío. Mi corazón empieza a latir tan rápido y fuerte, que temo que, si se sigue acercando, podrá oírlo también. Bum bum bum. No sé qué debería pasar ahora mismo, pero está observándome tan directa y profundamente que, de repente, me siento desnuda ante su mirada. Sus ojos parecen estar en una especie de tormenta y mi corazón no para de seguir acelerándose.

Entonces, sus ojos se oscurecen, y solo conozco su decisión, cuando puedo sentir sus labios contra los míos. Quedé paralizada por unos segundos, y hasta olvidé el frío que estaba sintiendo hace unos momentos, entonces dejé que mis sentimientos tomaran el control, cerré mis ojos y me relajé contra él. Me besó lentamente, con extrema dulzura. Suavemente, sujetó mi cuello con ambas manos y profundizó el beso. Nunca había hecho esto antes, solo puedo dejarme guiar y hacer lo mismo que él.

Alcé mis manos para sujetar sus bíceps. Ethan se siente más grande que yo, seguro y cálido. Se alejó un poco de mí, abrió sus ojos y me sonrió por un momento, dejando ver esos hoyuelos que tanto me gustan. Entonces, le devolví con lo que creo que es una de las sonrisas más grandes, por lo que me besó de nuevo. Llevé mis manos de sus brazos a sus costillas, él deslizó una de las suyas hacia mi cintura, para acercarnos más. Mi respiración empezaba a acelerarse cada vez más y había perdido la fuerza de mis piernas. Acercó su boca a mi oreja y en un susurro me dijo:

- He estado esperando hacer esto por un tiempo.

- ¿Y qué tal estuvo?- pregunté inquieta, a causa de mi poco conocimiento y nervios.

- Estuvo perfecto. 

La persona correcta en el momento perfectoWhere stories live. Discover now