"He dicho que me mires, Maximoff"

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Al día siguiente, se había despertado con un dolor horrendo por todo el cuerpo, y era una mierda. Su madre, al enterarse, la había llevado al hospital. La ojiverde insistía en que no era nada grave, pero al llegar, tenía un chichón en la parte posterior de la cabeza, un moretón en el hombro y parte de su brazo derecho. Tuvieron que colocarle un ungüento y unas vendas, pero no era tan grave como para faltar al colegio. (Fuck)

Mientras Wanda se colocaba una camiseta miró la gran venda blanca que le cubría todo el brazo y parte de su hombro, parecía mitad momia y estaba segura de que Steve sacaría provecho de aquello para insultarla. Terminó de colocarse los short y bajó por la escalera con cuidado, su mochila colgaba del hombro izquierdo, para así evitarle el dolor. En la cocina estaban sus padres, desayunado, quienes le sonrieron cálidamente al verla llegar.

-Buenos días, cariño.

-Buenos días, papá-respondió, tomando asiento con lentitud mientras tomaba un pan francés de la cesta de la mesa.

-¿Cómo te sientes, amor?-preguntó su mama, claramente preocupada. Wanda le sonrió.

-Mejor, mamá-dio un mordisco-. Aunque, me duele un poco.

-¿Segura que quieres ir al colegio?

-Sip-dijo restándole importancia.

Después de comer un rato en silencio, su madre la miró con una sonrisa burlona.

-Así que... cuéntanos ¿Cómo fue el accidente de las animadoras?

Wanda ladeó la cabeza a un lado, pero se limitó a responder, sin entenderlas segundas intenciones de su madre.

-Se cayeron y yo... bueno, yo salvé a una chica de que se rompiera al cráneo contra el piso-dijo intentando sonar indiferente, su madre sonrió aún más.

-Aww, que bella es mi niña ¿Era Natasha Romanoff? gamora me contó los detalles-confesó fingiendo inocencia y Wanda casi se atraganta con la comida. (Gamora es perfecta. Obvio, la creé yo)

-Si... si era ella.

-Pero, cariño, no me contaste que te llevabas malísimo con esa chica y ahora me llegan con que la salvas ¿Por qué será? -dijo soltando una risa y Wanda comenzó asentirse nerviosa.

-Yo supongo que soy buena persona.

-¿Qué sucede con esa chica, Wanda? Siempre hablas de ella y sobre cómo te atormenta, pero al hacerlo tienes un brillo en los ojos-comentó su madre risueña, llamando la atención de Erick.

-¿Estás enamorada de esa chica?-preguntó un poco confundido mientras doblaba el periódico.

Su hija siempre hablaba de esa Natasha y lo hacía con tanto entusiasmo y regularidad que el ya había concluido que su hija estaba enamorada

¿Por qué no lo admitía y ya? (¡That's my suegro!)

-¡Papá!-exclamó Wanda completamente roja, mientras su mamá se reía de ella y festejaba.

-¡Yo lo sabía! Mi hija está enamorada ¿Cuándo nos presentas a la chica?- preguntó emocionada y Wanda negó con la cabeza.

-¿Estás de acuerdo con esto?-preguntó la ojiverde, mirando con súplica a su padre.

Erick se encogió de hombros.

-Los dedos no embarazan. Me parece perfecto-dijo antes de sonreírle y volver a leer el periódico, la mamá de Wanda seguía riéndose.

-¡PAPÁ!

Este iba a ser un día difícil.

Salió de la casa y corrió todas las cuadras para llegar al colegio. Desde ayer no había visto a Kate, pero le había contado que planeaba quedarse con Yelena. La pobre estaba muy lastimada y de seguro no asistiría a clases. Al llegar al aparcamiento todos la miraban, eso no le agradó mucho. Fue con la cabeza cabizbaja hasta la entrada principal y se detuvo al ver las mesas de siempre. Allí estaba Steve con Natasha en sus brazos mientras le daba unos besos en la mejilla, pero la pelirroja parecía no escucharle y tenía la mirada en un punto fijo hacia suelo, sumida en sus pensamientos. Vestía una falda corta y una blusa manga blanca.

Rivales (WandaNat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora