"Tu si sabes perder el tiempo"

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Otro mes va y viene, el caso es que había sido un mes muy agitado, y Steve realmente la tenía agarrada con ella. La molestaba todo el tiempo. Le tumbaba los libros, le escondía la mochila e incluso, a veces le quitaba el almuerzo. Wanda tenía que aguantárselo y rechinar los dientes, más aún cuando lo veía besar con pasión a Natasha en medio del pasillo. Aun no comprendía cómo no le daba un golpe en la nariz. Si, así de violenta se había puesto Wanda.

Yelena y Natasha de vez en cuando las atacaban a ella y a sus amigas, pero estaban concentrada en los exámenes. Por eso Bucky y steve las estaban relevando, para hacerle la vida imposible a la ojiverde.

Lo único era que ahora siempre encontraba a la castaña mirándola. Wanda siempre quería mirarla así que no era su culpa, pero se impresionaba al ver cómo sus ojos se encontraban y la pelirroja apartaba la mirada.

-¿Por qué siempre terminan en mi casillero, cuando incluso es uno diferente?-preguntó apretando los puños y los dientes.

Observaba a la pareja besarse ardientemente, apoyados sobre un casillero. Su puto casillero. Wanda pronto estaría lanzando bolas de magia por sus manos como Scarlet Witch en los comic.

-Tal vez Steve quiera hacerte enojar-dijo Carols intentando no observar con asco la escena, se percató de la mirada dolida y enojada de su amiga, y colocó una mano en su hombro-. Recuerda que es una perra, en verdad lo es.

Wanda no respondió, clavó sus ojos en Steve, deseando con todas sus ganas ahorcarlo hasta que dejara de respirar. (Dale, nadie te detiene)

Kate y Carols se despidieron de ella, un poco preocupadas. Wanda quería parecer bien, pero en serio le dolía mucho.

Fue hasta donde estaban ellos y se aclaró la garganta, para buscar su atención. Steve se separó de Natasha, la chica tenía el cabello revuelto y los labios hinchados a besos, y ambos la observaron.

-Mi casillero-dijo refiriéndose a la puerta donde estaban apoyados.

Steve simplemente la corrió a un lado mientras volvía a atacar los labios de Natasha, Wanda apretó los puños. Abrió su casillero, escuchando los suspiros y besos de la pareja. Steve recorría el cuello de Natasha con sus labios, pero ella no parecía notarlo, estaba mirando a Wanda.

Al cerrar la puerta, se encontró con unos ojos azules y Natasha le dio un guiño, antes de volver a agarrar el rostro de su novio y besarlo, Wanda ahora quería devolver el desayuno.

(Hasta yo quiero hacerlo)

Era increíblemente repugnante. Los observó un rato, intentando parecer superior. Steve, fastidiado, se separó de los labios de su novia y observó a la ojiverde con disgusto.

-¿Qué mierda quieres?

-No creo que sea correcto besarse en los pasillos, hay una regla-dijo metiendo las manos en los bolsillos de su jeans, debía aparentar tranquilidad.

-Pues yo hago lo que se me dé la jodida gana. Ahora, desaparece- respondió muy cortante el chico y volvió a besar a Natasha, pero los ojos de la chica, aun besando a su novio, estaban en Wanda.

Wanda no comprendió, pero al ver esos hermosos ojos Azules, no pudo evitar sonreír. Hizo una mueca graciosa, burlándose de Steve, y Natasha soltó una pequeña risa sobre los labios de su novio. A Wanda le dio satisfacción y más al ver que su novio le cubrió los ojos a la pelirroja, para que Natasha no pudiese verla, y fulminó a Wanda con la mirada. Ella decidió que era hora de irse.

Fue hasta la biblioteca esa tarde, esperaba poder estudiar para el examen, Steve había escondido sus apuntes y por eso iba retrasada. Al llegar se encontró con una gran sorpresa. Allí, sentada en la misma silla de siempre, estaba Natasha. Sintió cómo que el corazón se le fuera a salir y sonrió.

Rivales (WandaNat)Where stories live. Discover now