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Sungjong logra controlar sus nervios y coloca la cara más inocente que tiene, porque la seriedad en el rostro de la persona que le gusta le da un poco de miedo.
― ¿Me vas a mirar todo el día o vas a decirme de qué quieres hablar? ―. Sí, la imagen tierna del rubio se fue por el caño, pero es que Myungsoo incluso parece no parpadear mientras lo mira de manera fija y sin hablar; claramente explotaría.
Myungsoo busco las palabras ideales, porque al final ni siquiera esta seguro de que hubiese ocurrido un beso entre ellos.
― ¿Cometí alguna estupidez ayer? ―. Por sin pregunto, temeroso de escuchar la respuesta.
Sungjong coloco su mano izquierda en su cabeza simulando estar pensando.
― Tú y Dongwoo endeudaron a nuestro querido jefe al vomitar una planta ―. El momento no lo ameritaba pero el rubio no pudo evitar recordar todo y gracias a ello soltó una risa.
Myungsoo tiene que reconocer que la risa del blondo es bonita, pero no es momento de apreciarla.
― ¿Nos besamos? ―. Pregunto sin más.
La piel ya palida de Sungjong se torno aún más blanca, los nervios delataron al chico y sin necesidad de responder Myungsoo supo la respuesta.
― ¡¿Por qué ocurrió?! ―. La gente dentro comenzaba a verlos.
― No grites. No fue mi culpa, yo solo estaba ayudándote cuando me besaste. Es más, no es considerado un beso puesto que no duro más de cinco segundos seguramente.
El blondo no espero a recibir respuesta, entonces se fue a atender personalmente las mesas. Pese al escándalo el chico mantuvo una sonrisa, pero sus manos temblorosas delataban su sentir.
El resto de la jornada no volvieron a hablar, ni siquiera cuando cerraron y cada uno tomo su camino.
Sungjong observo la espalda del de apellido Kim mientras contenía las lágrimas.
¿acaso he arruinado todo? Se pregunto una y otra vez.
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El estómago de Myungsoo comenzó a doler levemente, fue ahí que el chico cayo en cuenta que tiene hambre y por la preocupación esta no era tan notoria.
No tiene tanto dinero, y sabe que su mejor amigo esta en su apartamento así que este también debe estar esperando que lleve algo para que puedan saciar su hambre.
La desesperación por Howon, Sungjong y ahora Sungyeol era demasiada que le provocaban ganas de gritar, era demasiada presión. Y es seguro que si le cuenta a alguien esa persona le diga que se esta comportando de forma infantil.
También esta la culpa, noto la mirada del rubio sobre él en varias ocasiones durante el día pero su enojo no le dejo decirle que la rabia es contra si mismo. Llegaron a chocar en varias ocasiones, estuvieron frente a frente y aún así decidió ignorarlo.
Todo es culpa del estúpido hilo.
Coloca su mano izquierda en el bolsillo de su pantalón y nota que hay algo que no estaba ahí antes... Dinero.
Su mente comienza a trabajar y lo único que llega es que el efectivo es de Sungjong. Y es que el rubio, él y Sungyeol han comido juntos, entonces es normal que el blondo notara que en todo el día no probo bocado alguno.
Y sí, Sungjong merece un mejor amigo que él y sin dudas merece una persona que valore estar conectado de una u otra persona a su vida.
Y por el momento Kim Myungsoo no es esa persona.
De cualquier manera el chico corre a comprar algo para que al menos Sungyeol pueda comer algo, pues tiene esperanza de que Howon se apiade de él y le de algo.
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Cuando por fin tiene todo ahora sí se dirige al apartamento que llama hogar. El camino se le hace más corto de lo que le gustaría, pues el tiempo de enfrentar a Howon esta llegando.
Una vez frente a su puerta llama a esta, olvidando que tiene llaves.
― ¡Hasta que llegas! Estoy muriendo de hambre ―. Se queja Sungyeol.
― Pudiste haber pedido algo ―. Le responde mientras le extiende la bolsa que contiene carne y unas pocas verduras. ― Tengo que hablar con mi vecino, puedes comer todo.
El chico un tanto confundido asiente mientras toma la bolsa.
― Suerte ―. Le desea antes de cerrar la puerta.
Y parece que Howon estaba esperando aquello, puesto que en cuanto su mejor amigo cierra la puerta, la de él se abre.
― Pasa.
Myunsoo asiente y hace lo indicado mientras el sudor recorre su frente y su espalda.
Solo espera y le ruega a Dios que Howon no lo tache de loco con lo que va a decirle.
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Después de 3 amenazas y 2 promesas me decidí a actualizar, aunque confieso que corte mínimo 900 palabras del capitulo.
Ahora sí, la próxima actualización hasta que MichNoir actualice su libro de one shot's.
