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Myungsoo puede jurar que jamás volverá a beber alcohol en su vida... O tal vez lo hará pero en definitiva no como lo hizo hace unas horas.
La alarma es la responsable de que se despierte, eso y el dolor de cabeza combinado a los ronquidos de alguien. El pelinegro se apresura a apagar la alarma y comienza a buscar con cierta desesperación el responsable de aquellos ronquidos.
Al no ver a nadie se apresura a ponerse de pie, claro que no contaba con toparse un cuerpo en el suelo y que gracias a este, él cayera golpeándose levemente, claro que el dolor de cabeza comenzó a doler aún más pero hizo todo por ignorarlo.
— Estúpido, Yeol. — Murmura el pelinegro pateando levemente a su amigo, logrando que este se despertará.
— Oye, ¿Qué diablos te pasa?. — Se queja Sungyeol pues es claro que aunque el golpe fuese leve, logro sentirlo.
Es entonces que decide vengarse y mientras Myungsoo intenta ponerse de pie recibe otra patada que nuevamente lo manda al piso Y tal vez Sungyeol estaría muriéndose de la risa en otra ocasión, pero lo cierto es que entre el dolor de espalda y de cabeza, siente que puede morir si se ríe.
— No me causa gracia. — Se queja el pelinegro para después ahora sí, ponerse de pie mientras sus manos tocan los costados de su cabeza en un intento de calmar el dolor.
— ¿Acaso ves que me estoy riendo, idiota?. — Se queja Sungyeol.
— Te conozco lo suficientemente bien para saber que en tu interior te estás burlando pese a tu fachada de me quiero morir.
El silencio delata que el pelinegro tiene razón pero este ya no tiene ánimo de discutir así que simplemente se dirige al baño dispuesto a ducharse y cepillar sus dientes, porque en verdad necesita ambas cosas.
— Merezco burlarme de tí internamente, ayer casi muero intentando bajarte del taxi, de no ser por tu vecino ambos estaríamos muertos.
Sungyeol se reincorporo lo más rápido que el dolor le permite con preocupación al escuchar como Myungsoo al parecer se ahoga con el cepillo dental. Son unos cuantos segundos para que el pelinegro aparezca nuevamente en el campo de visión de su amigo.
— Repite eso. — Exige.
— ¿Estaríamos muertos?. — Repite Sungyeol con duda en su voz.
— ¡Lo de Howon!. — En definitiva el azabache luce alterado, y por un momento se siente mal al ver como su amigo cierra los ojos ante su grito.
— Él nos encontró a medio camino, me ofreció si ayuda y tú comenzaste a llorar.
La piel de Myungsoo perdió aún más color al escuchar lo último, en definitiva no podrá volver a ver a su vecino a los ojos.
— Prometo explicarte más tarde que regreses del trabajo.
— ¿No irás?.
— Le mandé un mensaje a Sunggyu y me permito faltar, ventajas de ser el favorito.
