Solo Tú [Baji Keisuke x Oc]

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“Ojos ámbar.”

Nunca había comprendido cuál era la necesidad de pasar delante de la pizarra a presentarme, a la mayoría les daba igual mi nombre, muchos de ellos lo olvidarían el siguiente año, y dudo que alguien aquí quisiera hablarme, nadie tenía la cara de querer conversar conmigo, es decir, ya tenía su grupo de amigos ya definidos, agregar a uno más sería romper su equilibrio.

Pero no tenía de otra, no quería causar problemas, si tenía que decirle mi nombre a un montón de chicos a los que les daba igual, iba a hacerlo, pero el problema no era ese, la cuestión es que tenía la vista nublada por los nervios, y parecía una gelatina de tanto temblar. Justo por esta causa no hacía amigos.

No sabía que hacer o decir sinceramente, estaba paralizada, apreté mis puños nerviosa, mis uñas se clavaron sobre la palma de mi mano, de seguro estaba lastimándome, pero estaba muy ansiosa, no sabía que podía hacer.

—Anda dile tu nombre la clase. —Asentí con nerviosismo, reuní el coraje que inexistente que tenía, pero antes de que pudiera hacer o decir algo escuché un "pss", el cual venía del asiento de Keisuke.

"Tranquila..." Esa palabra fue la que leí de sus labios, era inútil que lo dijera, pues tenía los nervios al tope, pero eso sí, aunque nunca había sido de ayuda en las cientos de veces me habían dicho que me tranquilizarla cuando estuviera nerviosa, por primera vez lo había sido, la serenidad en su mirada me hacía sentir algo relajada, así que suspiré para proceder a presentarme.

—M-me llamo Reiko, —pause para pensar "¿Les interesaría saber mi apellido?", No lo sé, pero no estaba de más decirlo quizás no les importaba, pero por cuestiones de formalizamos tenía que decirlo, —Reiko Suzuki, e-es un gusto, e-espero llevarme b-bien con todos.

Pude haber sido más extrovertida, y carismática al presentarme, pero sin duda alguna no era una extrovertida, solo fui una chica cualquiera nerviosa y tímida que no sabe cómo presentarse, aun así, esa presentación incómoda se iba a olvidar en unos cuantos minutos, aunque yo la iba a recordar los siguientes dos años de mi vida y e iba a atormentarme por ser muy tímida.

Regrese lo más rápido que pude a mi pupitre, claro, sin sonar que estaba huyendo de las miradas de todos, pero ya no quería que me vieran, así que apresure el paso y me escondí en mi pupitre... ¿Por qué tengo que ser tan tímida y distraída?, Solo tenía un trabajo y era decir mi nombre, ni eso pude hacer bien.