Solo Tú [Baji Keisuke x Oc]

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“Solo asomarse a un salón...”

Como era costumbre, escuchaba a los adultos hablar sobre mi futuro, sería de mala educación tan siquiera pensar en intervenir, no era algo que les importará, pero fingían que si por su deber moral de guiar a los jóvenes, más que deber moral era su sueldo que se los exigía.

Escondía mis manos en las mangas de mi suéter tejido color verde olivo, me ponía nerviosa tan siquiera pensar que estaba a nada de empezar una nueva vida, yo no era mucho de socializar, más bien, era una chica que esperaba a que un extrovertido llegará a adoptarme en su grupo de amigos —cosa que agradecía—, pero era muy rara la ocasión que pasaba eso.

No me gustaba estar sola en los descansos, era extraño y se sentía feo desde lo personal, ver a todos con sus amigos riendo, y yo los veía sola desde una esquina, era algo que me causaba ansiedad, más cuando alguien posaba su vista en mi soledad, era como si supiera lo que ellos pensaran, "Mira, ahí está la tonta que no sabe hacer amigos y que nadie quiere", probablemente era una exagerada, pero cuando sus ojos se posaban en mi soledad, era como si los leyera y dijeran eso, si era posible que sonara como una exagerada y lo era hasta cierto punto.

Sin más vi a mi madre leer todos los papeles, ¿Qué esperaba?, Solo era cuestión de firmar y ya, no es como que, si al firmar me estuviera vendiendo a un desconocido, solo estaría firmando unos tontos reglamentos escolares que nadie en su vida sigue, porque los reglamentos están pintados para que los profesores se sientan superiores y se puedan escudar en el reglamento si intentas confrontarlos.

—Reiko, ¿Has revisado la lista de clubes?, —Mi madre se giró un poco, al ver que solo holgazaneaba en la oficina de la directora de la escuela.

—La revisaré con calma en casa mamá, pero me llama la atención el club de música y el de coro, me parece que son dos distintos, —me escude, pues no había muchos clubes interesantes, entraría al club de voleibol, pero mi cabeza es un imán de balones, así que de seguro siempre terminaría en la enfermería.

Es más, si pensaba en entrar en el club de pintura, sabía que era capaz de acabar con el uniforme pintado el primer día, así que sabía que a mamá no le gustaría sin duda alguna que yo pensará en escoger ese club, sabía que yo era bastante descuidada en ese aspecto, así que prefería coro, era el único club donde ni mi uniforme ni yo saldríamos dañados de ninguna manera.

Mamá simplemente suspiro, sabía que no me importaba mucho el tema de los clubes, que si por mi fuera escogería cualquiera al azar. Así que siguió en lo suyo, leyendo cada minuta de ese tonto reglamento, mientras que yo esperaba ansiosa, moría de hambre, quizás podría pasarme a comer un poco de ramen una vez saliera de la escuela, además de que ya quería irme, no podía estarme quieta en un solo lugar por más de cinco minutos, llevábamos casi una hora en esa oficina completando mi proceso de inscripción, había hecho mi mayor esfuerzo de estar quieta, pero ya no podía más.