6. Cielo rojo al amanecer, es que el mar se ha de mover

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Mi papá creció en Miami, en Sunny Isles

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Mi papá creció en Miami, en Sunny Isles. Con una casa que tenía la vista a la playa más hermosa que puedas imaginar. Dijo que había una hamaca y una mesa blanca grande que siempre tenía bocadillos como consecuencia del gran amor de sus padres por la cocina como pasatiempo. Cuando terminó la universidad, decidió mudarse a otro lugar para un cambio... Y terminó en Outer Banks, en New Hanover. Aunque él quería aires diferentes, para mí no tenía sentido. Era más de todo lo que tenía en Miami. Una casa frente a la playa, buenos ingresos, sin esposa y todos sabían quién era él (lo cual amaba).

Básicamente, lo único que tenía ahora que no tenía antes era yo. Y el restaurante.

Dado que incluso los huracanes llegaban a Outer Banks. Algunos peores que otros.

—Lamento que no estés aquí el día de la inauguración, nena... —Silbidos después de apagar el automóvil causó que soltara un leve quejido—. Vaya, tengo que hacer algo con el radiador. Dios. —Papá quitó la llave y subió los seguros. Al bajar, era fácil notar que el aire acondicionado apagado hacia gran diferencia con los vidrios arriba.

Torcí la boca, asintiendo—. Yo también lo siento. Pensé que si lograría llegar.

—Pero te enviaré fotos e incluso haré una video llamada para que lo veas todo antes y durante la apertura, ¿de acuerdo? No quiero que te lo pierdas.

—Hablé con el profesor Rodríguez y me dio luz verde para la publicación de tu artículo —informé—. Estará en la página de entretenimiento. Estoy segura de que todos querrán venir. También lo publicaré en las historias de la página digital. Y sé que hay varios sitios online que han publicado sobre ello.

—Espero que sí.

—Puedo hablar con alguno del equipo para que transmita en vivo desde la cuenta, así tendrá más alcance.

—Mientras más, mejor.

Me bajé del auto y me coloqué la mochila blanca de piel sintética en el hombro antes de ponerme las gafas de sol cristalinas. Papá cerró la puerta con seguro y ambos entramos mientras saludaba a algunas personas con una sonrisa en su rostro. Yo seguí su acción incluso cuando no sabía sus nombres.

—¿Beezus?

Aparté los ojos de una de las peceras y volví con papá. Tenía los brazos apoyados en el mostrador de recepción, haciéndome un gesto para que me acercara a él, así lo hice, ofreciéndole a la mujer una sonrisa cortés antes de volverme hacia papá.

—Clara me dice que algunas partes de la vía fluvial no están disponibles hoy. Entonces, cuando salgan, estén atentos a eso, ¿de acuerdo? No quiero ningún problema debido a la tormenta que se avecina.

Golpeó la superficie con los dedos y moví la cabeza, tomando las llaves de sus manos.

—Por cierto, antes de que lo olvide. Noah mencionó que este chico trabajaba muy bien, así que le pedí que llenara los tanques de oxígeno y limpiara un poco el bote... Debería venir más tarde hoy para ordenarlo todo después de que estén listos, ¿de acuerdo?

Peace || Outer BanksWhere stories live. Discover now