Rumores.

TRES

    Al día siguiente, Seijuro quería volver a ese lugar y disculparse con Furihata.
 
    ¿Qué por qué?

    No lo sabe... O mejor dicho, no hay razón válida para pedir disculpas por algo que no es su culpa.

    Descubrió el porqué de la incomodidad y miradas complicadas en el rostro de Furihata.

    Bastó con decirle a su amigo chismoso el apellido de ese chico para saber todo acerca de los rumores que circulaban sobre él.

    No eran pocos.

    Estuvo alrededor de media hora escuchando a su amigo parlotear blasfemias de él, cosa que le hizo sentir mal sabor de boca, quería refutar todo eso, a pesar de que no lo conocía en realidad.

     Pero, con suerte, su amigo le dijo que conocía a Furihata, y que sabe que ninguno de esos rumores era cierto, al contrario, dijo que Furihata es una masita dulce que no mataría ni a una mosca.

    El día de ayer, esa mirada complicada tal vez era solo su sorpresa y el no saber cómo reaccionar cuando habla con alguien que no sabe de sus rumores.

    Es una persona amable, aunque también un poco arisca.

    Ahora Seijuro entendía porqué ese chico no estaba en lo más mínimo interesado en entablar una relación con él, llamándolo Presidente en vez de por su nombre.

    Él sabía de todos los rumores buenos que había del presidente del consejo estudiantil, pero al saber que sus propios rumores eran todos falsos, no tenía una primera impresión aún, porque está al tanto de lo mucho que rumores pueden alterar los verdaderos hechos.

    O tal vez fue porque interrumpió su almuerzo y, además, se lo terminó de comer.

    ...

    El día de ayer también se lo comió.

    'Estaba rico...'

    Detalles.

    De cualquier forma, Seijuro podría dejar de lado eso y no volver a verlo, o podría volver a ir y fingir que no sabe nada, pero... Se sentía un poco culpable por ser ignorante ante la clara incomodidad de él.

    ¿Qué podría hacer para disculparse?

    ¿O tal vez estaba exagerando?

    ¿Debería comprarle algo?

    ¿O solo con una disculpa está bien?

    — ... ¿Qué miras tanto?

    Entre sus divagaciones, ya había vuelto a ese lugar oculto y se le quedó viendo al chico sin decir nada.

     'Maldición, está aún más incómodo...'

    — Ammm... Ejem... Yo-

    — Ya lo sabes, ¿no? No tienes que decir nada, si vas a quedarte hazlo, si no quieres, está bien. Pero no te atrevas a decir nada sobre eso.

    — ... Está bien...

    Al final, este chico lo entendió mejor de lo que se entiende a sí mismo.

    Seijuro entró al estrecho lugar y se sentó donde al día anterior. Kouki no volvió a mirarlo y siguió comiendo su almuerzo, hasta que una pequeña cajita de jugo de naranja fue puesta cerca suyo.

    — Esto... Bueno, quería agradecerte por compartirme tu almuerzo, pero creí que darte dinero directamente sería raro, y los dos últimos días vi que tomabas este mismo jugó, así que... Esto, gracias.

    — Está bien. El dinero en efectivo está bien igualmente.

    — ¿Si?

    Por primera vez, Seijuro lo vió sonreír, fue una sonrisa suave, y parecía que le daba un poco de vergüenza mostrarla, ya que la cubrió con su mano que aún sostenía los palillos.

    — Está bien, de cualquier forma, nunca termino de comerlo. ¿Esta vez almorzaste?

    — ...

    — Supongo que no.

    Kouki suspiró y le volvió a ofrecer la mitad de su almuerzo. Seijuro estuvo a punto de negarse, pero su estómago volvió a rugir.

    — ...

    — ...

    — Come.

    — Gracias.

    Kouki agarró el jugo y lo bebió con una pequeña sonrisa, en la punta de su lengua aún persistían las ganas de burlarse del Presidente del consejo estudiantil, pero se abstuvo a hacerlo, ya que ni siquiera eran amigos como para poder hacerlo.

    Tomó felizmente su jugo mientras ignoraba al otro.

    Mientras que Seijuro, disfrutando del cerdo rebozado, lo miraba discretamente.

    Como Kise había dicho, este chico era, en realidad, alguien muy amable y agradable, también, cosa que nadie, ni siquiera las personas que esparcen rumores sobre él podía negar... Era muy bonito...

    No era sobresaliente, es del tipo de belleza que, entre más lo veas, más bello es.

    Solía mirar mucho hacia abajo, usando su celular y evitando la mirada de cualquiera, lo que le deba una vibra un poco perezosa, distraída y tímida, tampoco mostraba otras expresiones más que su cara seria o incómoda, solo una vez vió su sonrisa, ni siquiera lo vió de pie... No, solo una vez lo vio de pie, tal vez era solo un poco más bajo que él.

    'Es un poco vergonzoso admitirlo...'

    Era un poco vergonzoso admitir que la forma en la que llegó aquí fue, en realidad, siguiendo a Kouki.

    Hace dos días, en su primer día de clases en su tercer año de preparatoria, cuando estaba escapando de las molestas chicas en la hora del almuerzo que querían darle comida en la boca, se escondió detrás de la escuela, donde vió de casualidad a este chico entrar cada vez más entre la zona verde del patio. De alguna forma, se sintió como si estuviera en un trance, donde seguía a la voz de sirena que lo hipnotizada para entrar en el mar y ahogarse, o en este caso, en el bosque y perderse.

     Terminó encontrando este tranquilo lugar, lejos de personas molestas, lejos del barullo de los estudiantes, lejos de sus responsabilidades y lejos del lugar donde debía actuar como el chico perfecto.

    Porque, por más raro que parezca, sentía que podía ser la persona más mal hablada del mundo y la persona frente suyo no lo juzgaría.

    Alguien que vive con rumores malos sobre él mismo, entiende mejor que nadie lo mal que es juzgar a las personas cuando no sabes absolutamente nada de esa persona y solo basándose en comentarios desglosados de personas que ni siquiera conoce.

    Si soltaba maldiciones a los cuatro vientos, no significaba que odiaba a todo el mundo. Tener tatuajes no te convierte en un delincuente. Una sonrisa no significa felicidad.

    Extrañamente, estar con esta persona que ni se molestaba en hablarle o mirarlo, era mas cómodo que con cualquier otro.

    Esta silenciosa compañía valía mucho más que la bulliciosa presencia falsa que Seijuro siente todos los días.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Okay, ayer me chamuyaron mucho y jugaron con mis sentimientos pues vez, bellezas, acá otro capᕦ⁠(⁠ò⁠_⁠ó⁠ˇ⁠)⁠ᕤ

Ya dejen de ceducirme pq soy muy débil ante la tentación 🕴️

Espero lo hayan disfrutado, nos leemos bebés 💕💕