Papelón con Limón (Episodio I)

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Unas breves palabras de agradecimiento


Cada uno de nosotros, metafóricamente, posee una cajita de Pandora oculta en su interior. Ahora bien, no todos estamos dispuestos a destaparla. Nos asusta, nos aterra, el permitirles accidentalmente a nuestros horrendos demonios internos gozar de plena libertad. Ellos son poderosos, hábiles, astutos, muy impetuosos. (Aclaro; hablo de los míos, de mis propios demonios ya domesticados).


Tiempo atrás, cuando tuve entre mis manos aquel demencial cerrojo, hecho con un intrincado cordón dorado repleto de nudos sumamente complicados, fue el día en que puse a prueba mi persistencia y tenacidad, y al igual que Pandora, busqué arduamente descubrir qué podría contener en su interior, recelosamente resguardado, aquella misteriosa caja.


‎Y fue sin dudas, al alcanzar deshacer cada nudo de aquel absurdo candado y alzar la refinada tapa, cuando logré liberar poco a poco todo mi lado más oscuro, éste a su vez fue entrando en contacto directo con la luminosidad del público lector, a quienes posiblemente aquellos extraños y peculiares seres revoloteando, les terminaron dando forma por alquimia a mi prosa, definiendo de manera peculiar mi voz personal.‎


De esta forma nació Papelón con Limón (2022), relatos refrescantes, vivenciales, en parte crudos y descarnados pero llenos también de esperanza, dulzura y alegría, así como le terminó pasando a la encantadora y tenaz joven Pandora, a quien le dedico estas líneas en reconocimiento especial, por representar su célebre fábula mitológica, el principio ligeramente mítico y peculiar de mi faceta creativa como aprendiz de escritor.


Alfredo Mambié
Junio 2022


Papelón con Limón (Episodio I)
La creatividad humana trasciende cuando inventos maravillosos como la fotografía son mejorados y perfeccionados llevándolos a un siguiente nuevo nivel; el video en este caso. Parecieran diferentes, pero la fotografía, la imagen estática, es el principio del video. Fueron dos hermanos franceses, Auguste y Louis Lumière, a quienes se les ocurrió el primitivo y revolucionario cinematógrafo.
Diseñaron una máquina que era capaz de emular el movimiento, a través de la ingeniosa colocación de muchas imágenes fijas en secuencia. Al aplicarles adecuadamente luz y movimiento, nuestros ojos generan un hermoso efecto de continuidad conocido como "persistencia de la visión". A sus creadores en esos días no les pareció tan trascendente su invento. Fueron los norteamericanos quienes vislumbraron las posibilidades de utilizar aquel aparato para entretener a gran escala, y darle un correcto uso, iniciando así su millonaria y poderosa industria del cine.
Con la aparición del sonido sincronizado y la posterior fotografía a colores, el arte del entretenimiento y la comunicación en masas, alcanzaron un fascinante avance. Sin dudas, que si alguien del futuro hubiese podido advertirles a los hermanos Lumière, que existirían dispositivos portátiles capaces de registrar videos o cortometrajes instantáneos, con el poder para compartirlos en tiempo real a millones de personas ¡Tal vez habrían reconsiderado su opinión! Pero ellos no fueron los únicos genios creadores que, a pesar de su gran inventiva, nunca llegaron a ser verdaderamente visionarios. La evolución tecnológica es estructurada como un aporte a la humanidad, aunque es impulsada por el interés económico y habilidad de unos pocos hombres de negocios.


Mi hija Luz Selene se sienta a mi lado y me comparte un video de Tik Tok desde su celular. Un carismático emprendor de origen asiático explica a su audiencia una anécdota conmovedora. Describe ante la cámara que en sus días como estudiante tuvo a un peculiar maestro en su escuela, cuyo comportamiento siempre cuestionó por ser un tanto inusual.


—Cada día que aquel maestro se tropezaba con algún alumno, siempre exclamaba en voz alta:
—¡La vida es maravillosa!
—¿Pueden creerlo?... Todos a su alrededor se miraban entre ellos extrañados, algunos ni siquiera reaccionaban a su jubiloso llamado. Solo ese maestro en todo el colegio saludaba a sus alumnos así.
Al cabo de unos años me lo tropecé en la calle, y lo abordé. Quería que supiera que ese saludo característico jamás se me había olvidado, aunque de niño nunca me atreví a preguntarle las razones de tan singular comportamiento. Ese día me decidí hacerlo y esta fue su respuesta:
«Me dediqué a la enseñanza por sugerencia de mi difunta esposa. Ella fue maestra y quiso dejarme encomendada esa misión. Expresarles a los estudiantes ese mensaje. Me parecía una difícil tarea debido a que ella había fallecido de cáncer y me sentía desbastado y sin ánimos para expresarme de esa manera tan optimista. Pero nos amábamos, y me hizo prometerle que me dedicaría a la docencia como ella y le transmitiría a cada alumno esta gran verdad, ¡así, con ganas, con entusiasmo! Y cada vez que lo hacía en su honor, comencé a comprender y a sentir su significado, su valor, su verdadera importancia».


Al culminar el video miré a mi hija notoriamente emocionado y muy solemnemente le expresé:


—¡Es verdad, amor!... ¡La vida es maravillosa! ¡Gracias por mostrármelo y verlo juntos!
—Mamá pensaba igual. —me respondió con tono sereno, manteniendo su mano apoyada en mi hombro.
—Sí. Por eso he entendido por completo su significado y trascendencia.





En memoria de mi amada esposaZoraida Stoppello (Yuma) (19/2/1969 – 01/9/2021).

Papelón con LimónOù les histoires vivent. Découvrez maintenant