La mujer eleva la vista con los ojos abiertos en platos por mis palabras, pobre ilusa.

-te gusta?- dice y se sonroja.

Con ese rubor parece mas joven, aprovechando que ha bajado la guardia, apoyo mis codos en la mesa y asiento efusivamente.

-hay gente como a ti por ejemplo que le quedan bien las gafas, y otras como yo que lo quedan horribles- le digo haciendo un puchero.

Me sonríe con cariño y vuelve a dejar el cucharón donde estaba, mirándome con más atención,

-tu crees?- pregunta mirando a los lados como si no hubiera una larga fila esperando por su menjunje- no debería, pero me caes bien- dice con un guiño.

De algún lugar debajo de la mesa, saca un plato, sirve puré de patatas, arroz y filete de carne, lo pone sobre mi bandeja con cuidado, los que están detrás y delante de mi, me fulminan con la mirada.

- gracias- le digo avanzando- ohhh espera, tengo algo para ti- me detengo con una sonrisa.

Me mira curiosa, meto la mano en mi mochila y busco algo que pueda darle, cuando lo localizo, lo saco y se lo doy a modo de agradecimiento.

-me dijeron que te gustan- le digo dándole chocolate.

Sus pequeños ojos se iluminan, cojo mi bandeja y busco un lugar donde sentarme, hay varias mesas donde la gente se sienta en grupos, busco una mesa vacía, la localizo al final, camino decidida y me siento a degustar mi comida, espero que esté buena, bueno, al menos es mejor que lo que les da a los demás.

-eso no es justo- dice Kat sentándose enfrente de mí.

Mira mi comida con adoración, lleva puesto un vestido negro con la falda floreado, el pelo rojo suelto.

-linda comida- me burlo.

-te lo cambio- dice esperanzada.

Suelto una carcajada y niego divertida, con su cuchara juega haciendo círculos en el mejunje, su tripa ruge de hambre. Como hoy me siento buena, le doy la mitad de mi comida, mas tarde me lo recompensará, me agradece con una radiante comida.

-ejem- un grupo de chicas carraspean delante de nuestra mesa.

Son tres chicas, la del medio es rubia teñida, ojos negros, labios gruesos, el kilo de maquillaje que lleva no logra camuflar sus pecas, baja, delagada, pechos grandes, se podría decir que incluso mas grande que su cabeza, parece un caniche, las otras dos son gemelas, mas alta que ella, castañas, morenas, ojos marrón oscuro, labios delgados, con ligero sobrepeso. Las miro de pies a cabeza.

-estais en mi mesa- dice la caniche.

- ah si?...no veo tu nombre por ningún lado- le digo simulando buscar algún nombre en la mesa.

-Ana, vámonos - me pide Kat.

-eso, hazle caso a la zorra de tu amiga- me dice con una sonrisa.

Me levanto indignada, recorre su mirada oscura por mi cuerpo con superioridad, es la típica pija del instituto, lo se por su ropa de color rosa a juego con su bolso, todo en ella es rosa, ya tuve un enfrentamiento anteriormente con una chica como ella.

-por que no te vas tu?- le digo controlándome.

-mira guapa, éste es mi instituto, y yo me siento donde a mi me de la gana, así que largo.

-y si no quiero, que me vas hacer?- le reto.

-Ana, no vale la pena, ella es la hija del director- dice Kat.

Ruedo los ojos, abusando del poder de su papito, patetica!

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