Mientras que en la cocina se encontraban los borrachos. Gabo, Sirius y Eleanor eran los únicos que estaban bebiendo alcohol, pero todo eso a escondidas para no incomodar a Harrison.

Se preguntarán ¿Dónde diablos estaban los demás?

En algún punto de la tarde, Baloo había sacado un balón de no sé dónde. Y la ex pandilla de la Hilandera junto con el resto de los hermanos O'Malley se emocionaron por querer salir a jugar fútbol. Los jugadores de quidditch tuvieron interés en lo que ellos llamaban "fotabol" y pronto Bruno el jugador americano les comenzó a explicar cómo se jugaba aquel deporte.

De algún modo y otro, todos terminaron jugando allá afuera. Poniendo dos piedras como portería, con Lily y Petunia siendo árbitros y Stella siendo portera de su equipo, las tres chicas estaban metiendo orden entre tanta testosterona.

—Tus amigos finos se están llevando bien con el barrio. — señaló Gabo.

—¡Oye! ¡No somos malas personas!

—Y nadie dijo lo contrario, pijo bonito. — el tatuador bebió su cerveza antes de continuar. —Solo que es difícil que la gente como ustedes se junte con la raza. — explicó con simpleza. —Los fifis nos tienen miedo, como si fuéramos a robarles o a matarlos.

—¿Y no...? — Sirius arqueo una ceja. —Casi me roban el reloj y a mi amigo casi lo mandan al más allá.

Gabo se encogió de hombros. —¿Quién los manda a ser un par de babas?

—¡Oye! ¡Nosotros no...! 

—¡Cuervo! ¡Por un chance creí que ya no venías! — Sirius se quedó con la palabra en la boca, ya que apenas Gael pudo visualizar a Severus entrando a la vivienda salió corriendo a su encuentro.

—Te dije que vendría. — respondió de manera pacífica el pocionista. —Gabo ¿Podrías ponerme en el suelo? — Severus suspiró, seguía sin comprender el porqué de los efusivos saludos de su amigo.

Por otro lado, en la cocina, el animago chasqueó la lengua viendo aquella interacción, sin poder evitarlo se terminó su vodka de un solo golpe.

—¿Y a ese que le pasa? ¿Tiene mil años que no lo ve o qué? — ladro.

Eleanor arqueo una ceja, disfrutando de la expresión enfurruñada de su amigo.

—A Gael le gusta Severus, todos lo saben... tal vez solo Severus no se da cuenta. — la pelirroja se encogió de hombros. —Pero, no es secreto para nadie que Gabo besaría el suelo por donde él pisará.

Sirius resopló. —Que fastidio. — el mago dejó su vaso a un lado antes de salir de mala gana de la cocina y de la casa.

—Interesante... muy interesante.

°•°

—Piedad. — lloriqueo James al sentir que su brazo estaba a punto de ser quebrado.

—Potter, por última vez, ya te he explicado mil veces cómo zafarte de esta llave.

—¡¿Cómo me voy a zafar si esto duele como la mierda?! ¡Auxilio!

—Amor el dolor es...

—¡No te atrevas a decirme que el dolor es mental, Eleanor O'Malley! ¡Esto no es mental! ¡Me vas a romper la articulación!

Eleanor bufó. Soltó la presión que mantenía en el brazo de James. El moreno por un segundo creyó que todo había terminado, hasta que su novia lo giró, derribándolo al instante y metiendo presión en su cuello.

—¿Ahora me quieres asfixiar? — James gastó el poco aire que tenía en sus pulmones al hablar.

—James Fleamont Potter, en una pelea nunca debes hablar. — le explicó con diversión su novia. —Libérate o definitivamente morirás.

SURVIVOR ✓ ➳ James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora