Capítulo 33 - Plan B

30.9K 2.9K 503
                                    

◆SHAY◆

19 DE JULIO DEL 2011

Mamá está sentada en una mecedora, en el pórtico, refrescándose. Es una mañana muy calurosa, lo que indica que para el medio día el calor será todavía peor.

Termino de lavar los platos del desayuno justo en el momento en el que veo a Nora colgarse la correa de su bolso en el hombro.

—¿Lista para trabajar? —le sonrío, caminando con ella a la puerta.

—Ya voy un poco tarde, a decir verdad.

—Corre —le sugiero, riendo, y ella asiente.

—Nos vemos luego —dice—. Ah, y antes de que lo olvide, Diane... —le da una miradita extraña—. Creo que es el momento de que hables con Shay sobre lo que ya sabes.

—¿Qué cosa? —pregunto de inmediato, frunciendo el ceño sin poder evitarlo.

—¡Pensé que íbamos a decírselo juntas! —exclama mamá, rodando los ojos, y yo me tenso.

—Nu-uh. Esto lo tienes que hacer por tu cuenta. No la hagas esperar más. Aquí está el asunto —indica, agitando un sobre color manila que enseguida deposita sobre las piernas de mi mamá.

Nos da una sonrisa y un asentimiento de cabeza antes de marcharse, dejándome en ascuas.

Espero a que mamá diga algo al respecto, pero pasa un minuto o dos y ella no dice nada. Escucho el motor del auto de Nora rugir y me desespero.

—¿Y bien? —digo, enarcando las cejas mientras me dejo caer en la silla junto a la de ella.

Mamá rueda los ojos.

—Nora... —masculla por lo bajo mientras se rasca la nuca con impotencia y termina por suspirar—. Quería que ambas habláramos contigo.

—Ahora estoy ansiosa por saber —admito—. No puedo esperar hasta que ella vuelva del trabajo. ¿Sabes qué tan difícil es contenerme de lanzarme a abrir ese sobre para ver el contenido?

Es una tarea casi imposible. Tal vez me he vuelto paranoica, pero temo que esas sean malas noticias. No pueden ser, ¿cierto? Yo he acompañado a mamá a sus últimas revisiones, no hay forma de que el doctor haya ocultado algo de mí todo este tiempo.

Mamá ríe ante mi expresión aturdida y toma con ambas manos el mencionado sobre manila, como si de esa forma se asegurara de que no haré lo que dije, adelantándome a abrirlo.

Calma Shay, todo está bien. Todo.

Ella me mira en silencio durante un eterno minuto antes de hablar.

—¿Extrañas a Axl? —me pregunta, cambiando de tema, por lo que frunzo el ceño de inmediato.

—Claro que lo extraño. Pero olvida eso y vayamos al grano, ¿qué está pasando? —inquiero, apuntando con una mirada rápida al sobre.

—¿Por qué parece que estás pensando lo peor?

Ella entorna los ojos.

—Porque es lo que hago. Habla de una vez antes de que me dé algo. ¿Puedes?

Mis manos han comenzado a sudar frío.

—Shailene —rueda las ojos, una sonrisa insinuándose en sus labios—. Tranquila. ¿De acuerdo? Has ido conmigo a cada visita médica, así que sabes que no es sobre eso.

Suspiro, tratando de relajarme.

—De acuerdo.

—No es nada malo —repite, sonriendo de forma juguetona—. Es solo que creí que esto sería bueno para ti —explica, tendiéndome el sobre—. Además de un excelente regalo de cumpleaños para Axl.

Plan BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora