Nota de la autora

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Muchas veces escribo tratando de sonar lo más culta posible, realmente no tengo ese dominio del idioma, no soy elegante ni refinada, frecuentemente trato de hablar de lugares extranjeros en mis historias, ya no más, me resigné, Cuba es preciosa y el lenguaje del cubano no puede traerme más nostalgia y orgullo de los que ya siento, obviando la situación, me gusta mi país. Si tuviera que definir al cubano en una sola palabra sería: Luchador.
Me avergüenza mostrar lo que escribo a otras personas, tal vez soy demasiado exigente o me siento muy inferior al compararlo con obras famosas. Desde hace unos años descubrí mi pasión por la escritura y decidí que si alguna vez salía del país lo tomaría como un hobby aunque hipotéticamente suponiendo que fuera mi profesión real, no me siento capaz de ejercerla, adoro escribir, pero soy muy perezosa cuando tengo que dedicarle muchas horas a la misma historia, aunque creo que principalmente de eso trata, un trabajo de paciencia y perfeccionamiento. Ni siquiera soy lo suficientemente enérgica cuando leo algo.
Soy solo una chica común y no espero que mis historias se hagan famosas, mucho menos que gusten a los demás, no me creo estar apta para provocar sentimientos a través de lo que escribo, pero ¿Qué sentido tiene escribir si no se lo muestro a alguien alguna vez?

MelissaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora