Vingt-deux

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Miradas perplejas, angustia, desconsuelo y dolor. Todo eso y mas es lo que sintieron los Jeon y compañía en ese preciso momento, tras escuchar las palabras de Jungkook.

—¿Director? —Los guardias que tenían a Taehyung inmovilizado no sabían como actuar ante dicha orden.

—Jungkook, creo que te estás confundiendo.

—¿Confundiendo en que, Changbin? Creo que fui muy claro con lo que dije —recalcó totalmente indiferente.

—Dijiste que lo lleváramos al modulo dos, y...

—Y eso es precisamente lo que van a hacer —replicó sin ánimos de continuar escuchando.

—Jungkook, tú sabes bien que...

—¡Basta! ¿Por qué no simplemente obedecen? Tú, yo y todos aquí sabemos perfectamente bien a donde quieres llegar, y déjame decirte, que di una orden.

—Pues no pienso acatar una orden tan absurda como esa. ¿Estás mal de la cabeza? Al parecer todo esto que está pasando no te está dejando pensar con claridad.

—Créeme que jamás había estado tan lúcido como ahora, pero está perfecto, ¿no quieres continuar con esto? Entonces estás en toda la libertad de irte.

—¿Qué estás tratando de decirme?

—Tú dime.

—Jungkook...

—¿Te lo vas a llevar o no?

Una mirada llena de incredulidad fue lo último que Jungkook recibió, antes de observar a uno de sus mejores amigos dejar su tolete, placa y arma sobre una de las mesas que servía de decoración en el pasillo— Espero que no te arrepientas de esto —Mencionó antes de bajar por las escaleras y salir de la casa ante la atenta mirada de todos sus colegas.

—¿Y ustedes? ¿Quieren perder su empleo también? Porque puedo llevármelo yo solo si tanto se les complica hacerlo —amenazó.

—Director, le recuerdo que el implicado tiene derecho a un juicio previo a una sentencia —recordó Park Seojoon que hasta el momento se abstuvo de comentar.

—Va a ir a prisión, inspector, de eso no tenga la menor duda, y déjeme que le recuerde yo a usted, que el juez solo dictamina los años que se le serán otorgados, sin embargo, tras la muerte de mi madre, soy yo quien toma las decisiones de a donde enviar a cada uno de los delincuentes.








Flash back

—Los rumores no son una prueba contundente, señoría —expuso la abogada defensora de Choi Minho, un omega macho de diecinueve años, acusado de asesinar de formas inexplicables a mas de treinta personas en el interior de un aula de clases de la universidad de Seúl, a la que él también asistía, además de comercializar droga dentro del distrito norte de la ciudad.

—¿Es eso una objeción, abogada?

Todos dentro de la corte se encontraban a la espera del veredicto final que diera por merecida la pena máxima para el omega, entre esas personas se encontraban familiares, vecinos y amigos cercanos de las victimas, todos y cada uno aclamando justicia ante la risa irónica de Minho.

I don't want to use you - (KookTae/KookV - Omegaverse)Where stories live. Discover now