- Está hablando incongruencias, sobre uniones profanas, ¡Se ha vuelto loco! -  

- ¡No es cierto! ¡Aléjese de mi! -  Ouma entró a paso rápido a su casa, estando ya enojado y siendo empujado levemente por su madre en el proceso

- Gracias padre, en verdad se lo agradezco mucho - y con eso la madre del peli morado cerro la gran puerta lentamente - ¡Vayan a encerrarlo a su habitación!.

- ¿Que? ¡No pueden hacer eso! ¡Esperen! - empezó a ser jalado por el mayordomo y Kirumi  hacia las escaleras y sabía que no tenía escapatoria ya que ambos sujetos eran ciertamente un poco más fuertes que él o sabían bien cómo agarrarlo para que no escapara. 

- ¡Cubran las ventanas, las puertas, cualquier posible salida! ¡Asegurense de que no pueda volver a escapar! - ordenó la señora de la casa mientras que Ouma pataleaba y gritaba que lo soltaran.

- Dios, que verguenza... ¡Deberán pasar años para que volvamos a presentarnos a la sociedad! ¡¿Qué haremos?! - la madre de Ouma se dirigió a la chimenea donde ya estaba su esposo, denotando la vergüenza que sentía.

- Hay que seguir con esto, sin ese tal chico - dijo seriamente el padre del peli morado sin despegar la mirada del fuego.

- Rantaro -

- Como se llame -

Sonrió con malicia alguien detrás de la pared de un pasillo que daba directamente a donde estaban los padres de Ouma, y tal como se esperaba era Kaito Momota, el cual vio su oportunidad y la aprovechó para poder venderse como el mejor opción.

- Es imperdonable que ese chico haya rechazado a alguien como Ouma, - salió de su escondite, fingiendo un tono dolido y exagerando algunos gestos para que fuera más creíble su actuación -  si yo estuviera con alguien como su hijo, le otorgaría las riquezas que se merece y más  - 

Kaito había estado siguiendo a los padres de Ouma discretamente con el fin de encontrar una oportunidad, algo que por fin había llegado y no quería desaprovecharla así que tenía que actuar bien si es que no quería arruinar su plan.

- Debe ser su esposa muy afortunada por tenerlo - mencionó la señora, volteando a verle junto a su esposo.

- No, yo no tengo esposa, hace algunos años la enfermedad me quitó a mi prometido y cuando se está solo la riqueza no interesa - 

Los padres de Ouma quedaron algo confundidos por el cambio de la última letra cuando se refería a su prometida, pero lo dejaron pasar, pensando que habían escuchado mal. Al final se miraron entre si con una sonrisa satisfactoria.



. . . 



Ouma se encontraba pateando la puerta con todas sus fuerzas, a pesar de que había visto algunas cosas en su habitación en busca de algo con que abrir la puerta, no encontró con nada relevante que lo ayudara, a excepción de los muebles o cosas pequeñas que había que podría lanzar a la puerta, pero solo dañaría la puerta un poco y no lo suficiente como para abrirla o tirarla.

Siguió con las patadas y golpes hasta que escuchó el mecanismo del cerrojo, parando antes de darle una patada y parándose correctamente, disimulando lo más que podía.

- Hay grandes noticias, habrá boda mañana - le sonrió su padre mientras pasaba dentro de la habitación.

- ¿Rantaro volvió? - Ouma reprimió una sonrisa, expectante de un "sí" por parte de sus padres.

- Deberías arreglarte para estar presentable para Lord Momota - mencionó en un tono alegre su madre, también pasando a la habitación.

- ¿Lord Momota?.. - susurro confundido y cambiando su expresión a una de total desagrado, esperando que fuera una broma o sueño.

- Tuvimos una pequeña charla, y es mejor que ese chico -

- Pero.. No pueden hacerme esto, ¡yo no lo amo! Además es demasiado feo y tiene pinta de ser lo peor  - 

- No importa, si no te casas con él nos quedaremos en la calle y sin dinero - esta vez fue su padre el que habló, acercándosele  a el peli morado.

- ¡Hay más formas de conseguir dinero! - objeto Ouma, empezando a enojarse con sus progenitores.

- ¡Silencio! Te casaras con Lord Momota, y no podrás impedirlo - grito ya enojado su padre, saliendo de la habitación junto a su esposa y volviendo a cerrar la puerta, dejándolo solo.

La pareja caminó por el pasillo para ir a su respectiva habitación y saliendo de su escondite Kaito, quien estaba espiando a lo lejos, sonrió satisfecho de cómo iba todo.

Dio una caminata por el pasillo donde había demasiados retratos colgados de familiares en sentido contrario de donde se habían ido los padres del otro peli morado, deteniéndose en un marco mediano donde estaba una foto de Ouma al cual le sonrío con malicia.

- No te preocupes Ouma, solo sufrirás hasta que la muerte nos separé y eso será muy pronto - río un poco, cuidando de no ser muy escandaloso y después de unos segundos retirarse.

















* la verdad no sabia como ponerle y pense que seria un camisón lo que utiliza, espero no haberme equivocado.

Y luego que volví a ver la parte donde Victoria llega, le dicen pastor y no padre ;;;

En fin, espero les haya gustado 🐑

corpse brideWhere stories live. Discover now