𝐢𝐯. El chico de la silla

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𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙘𝙪𝙖𝙩𝙧𝙤 — 𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙨𝙞𝙡𝙡𝙖☕️

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𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙘𝙪𝙖𝙩𝙧𝙤 𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙨𝙞𝙡𝙡𝙖
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       —VAMOS, PETER, es hora de despertarse—.

     Sintió una mano en su espalda, dándole ligeras palmaditas, pero aun así se sobresaltó ante el repentino movimiento sobre él y la voz tranquilizadora justo al lado de su oído. La voz le resultaba más familiar, la había oído muchas veces -y desde luego no era la primera vez que le decía eso-, pero aun así levantó la vista hacia Brendon y le dedicó una sonrisa.

     (No dejó que nadie lo supiera, pero estaba bastante orgulloso de haber recordado por fin el nombre del chico guapo, nada de Brandon con un signo de interrogación).

     Peter no pudo evitar el bostezo que se le escapó de la boca a continuación y movió la mano para ocultarlo, pero a Brendon no pareció importarle. El chico se limitó a quedarse de pie frente a él un momento antes de decir:—La clase ha terminado. Te enviaré las notas más tarde—.

     Tampoco era la primera vez que Brendon hacía eso por él. A pesar de que apenas se conocían, bueno, Brendon apenas lo conocía y Peter ahora entendía mejor al chico, Brendon siempre estaba ahí para pasarle un lápiz cuando lo único que tenía era su cuaderno porque se había olvidado otra vez la computadora o se le había apagado. O para enviarle apuntes porque se había quedado dormido durante la clase.

     Peter nunca pudo entender por qué Brendon era tan amable con él, nunca había hecho ningún movimiento para hablar con el chico y aquí estaba, dispuesto a enviarle apuntes. Aunque no sabía por qué Brendon lo hacía, se sentía inmensamente agradecido porque, de lo contrario, su calificación se estaría perjudicando y eso significaba una furiosa llamada telefónica tanto de la tía May como del señor Stark (seguía negándose a llamarlo Tony, para disgusto del mayor).

      —Gracias—,consiguió Peter, poniéndose en pie y guardando el portátil en su bolsa,—de verdad, eres mi salvador—.

     Brendon se limitó a dedicarle una sonrisa que Peter no sabía qué había hecho para merecer.—No hay problema. Lo entiendo. Sólo deja de convertirlo en un hábito, ¿de acuerdo?—,preguntó el chico antes de decir:—Adiós, Peter—,y dejarlo.

     Peter se quedó mirando un momento por donde se iba antes de seguirlo por la puerta. Sabía que era un hábito, uno terrible, y Harry ya se estaba metiendo bastante con él por eso. Odiaba que lo despertaran a las tres de la mañana cuando Peter andaba arrastrando los pies después de haber regresado de su vigilancia. La tía May nunca le permitía quedarse fuera hasta tan tarde, pero la tía May había vuelto a Queens.

     Aun así, Harry se vengaba de él a su manera recordándole constantemente que se recogiera la ropa interior en público. Con otras personas alrededor. Suspiró, la vida sería mucho más fácil si Ned fuera su compañero de cuarto como el originalmente quería y planeaba antes de que Ned se quedara soltero y eso era demasiado bueno para dejarlo pasar. No podía pedirle a su amigo que lo rechazara. Además, era mucho más fácil armar Legos sin el juicio de los demás. O jugar a los videojuegos sin que les llamaran nerds.

𝐂𝐎𝐅𝐅𝐄𝐄 𝐃𝐀𝐓𝐄𝐒 | ᵖᵉᵗᵉʳ ᵖᵃʳᵏᵉʳ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora